Don Luis Argüello aboga por aprovechar la crisis del COVID-19 para repensar el concepto de progreso económico

El Secretario General de la CEE ha participado en un coloquio sobre lo que vendrá tras la crisis del coronavirus, organizado por la Fundación Pablo VI

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El Secretario General de la Conferencia Episcopal Española, Don Luis Argüello, ha defendido que el futuro de la economía una vez superemos la crisis del COVID-19 debe pasar por una revisión sobre el concepto que las sociedad tiene de progreso económico. Una revisión que para el portavoz del organismo episcopal, no será tarea sencilla: “Los hábitos están marcados en el corazón y no es fácil modificarlos. Pero debemos repensar esto pensando en la Humanidad en su conjunto y en las situaciones dramáticas que viven montones de personas en el planeta”.

Por ello, Don Luis Argüello ha instado a la sociedad a pensar en los empobrecidos de nuestro entorno y fuera de nuestras fronteras: “Repensar el significado de progreso va muy ligado a nuestro concepto de felicidad. Pero la economía no debe pensar que solo puede ser llevada por expertos, tecnócratas y conocedores de las finanzas. Precisa reflexionar sobre los fines y en quienes más sufren”.

Unas declaraciones que ha realizado durante el diálogo 'Nuevos tiempos, ¿nuevas personas?', en el que ha debatido junto a la filósofa Victoria Camps sobre el mundo que nos espera una vez se supere la crisis sanitaria provocada por la propagación del COVID-19. Un acto que ha organizado la Fundación Pablo VI y que ha moderado el presentador de 'La Tarde' de COPE, Fernando de Haro.



El también obispo auxiliar de Valladolid apunta además que en la crisis del coronavirus ha faltado liderazgo, aunque lo justifica bajo el argumento de que nadie esperaba las consecuencias de esta pandemia hasta hace unas semanas: “Es evidente que ha habido una crisis de liderazgo por el asombro de la situación, los momentos imprevisibles, estar a la espera de lo que técnicos y políticos dicen, o por el miedo a tomar decisiones por sus consecuencias en el momento social y político que vivimos”.

Un diagnóstico que el Secretario General de la CEE ha culminado señalando que el buen líder es “aquel que promociona, que hace que las personas, la sociedad, las familias, las instituciones, etc. sean capaces de ponerse en marcha. Es aquel que convoca, y no solo el que es capaz de dictar lo que en este moento es necesario hacer. Es el que nos convoca a caminar juntos y caer en la cuenta de que somos responsables de nuestra propia vida”, sostiene.

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