Cáritas Burgos ha atendido a 400 familias en el entorno rural desde el inicio de la pandemia

727 personas se han beneficiado de distintas ayudas, como reparto de alimentos y medicinas y labores de acompañamiento a personas que sufren soledad y aislamiento

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Cáritas diocesana de Burgos desarrolla desde hace algunos años un intenso programa de acompañamiento a las personas que sufren dificultad en el mundo rural. Cuatro técnicos dedican actualmente sus esfuerzos a la animación comunitaria y a la atención de las necesidades más fundamentales en las zonas más despobladas de la provincia.

Entre sus quehaceres destaca el trabajo con las familias más desfavorecidas a través de sus programas de acogida; la atención a la población migrante apoyando su integración y adaptación; el cuidado de la soledad y el aislamiento de los mayores y el acompañamiento a niños y jóvenes dotándoles de igualdad de oportunidades en la educación y el ocio. También se ha fortalecido el voluntariado como eje vertebrador de todos los proyectos y se han multiplicado las experiencias de espacios y tiendas solidarias y fomentado el comercio justo, sin olvidar la colaboración con distintas instituciones y asociaciones.

Durante la crisis sanitaria, Cáritas rural también se ha tenido que reinventar como lo ha hecho el resto de proyectos y programas. Su presencia física quizás no ha estado en los despachos o en las reuniones pero su quehacer ha sido muy importante para ayudar y dar esperanza en estos momentos tan duros para muchas personas.

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Ayuda a 400 familias en total

En muchos lugares, han proseguido con el reparto de alimentos, que en algunas ocasiones se ha intensificado y se ha personalizado. También se han intensificado los trabajos de acompañamiento a las personas, llamando a las que estaban solas, especialmente a las más mayores y atendiendo las necesidades básicas cuando ha sido necesario. En ese sentido, también han cubierto sus necesidades de medicinas y farmacia. Los diferentes equipos de Cáritas rural han atendido desde el inicio de la pandemia a 400 familias, unas 727 personas en total. Incluso algún equipo de Cáritas rural se ha dedicado a hacer mascarillas y acercarlas a los lugares donde se precisaban.

Desde Cáritas diocesana de Burgos sostienen que todo este trabajo «hace que nuestra gente siga confiando en Cáritas porque se presenta siempre como una respuesta útil, eficaz, generadora de oportunidades, vinculada a la comunidad cristiana y que de modo sencillo hace realidad, en lo concreto, hace vida el mensaje del evangelio».

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