La Archidiócesis de Santiago se vuelca en solidaridad

Las iniciativas solidarias en la capital gallega crecen día tras día para superar la pandemia del coronavirus

Redacción Religión

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La lista es larga y las actualizaciones constantes, y así lo han recogido en la propia web de la Archidiócesis de Santiago de Compostela. Desde esta Iglesia local, las iniciativas solidarias para ayudar en la tarea de frenar la epidemia son numerosas y en diferentes frentes.

Por un lado, la propia Archidiócesis ha puesto a disposición de las autoridades varios edificios, como los seminarios mayor y menor. El primero para el uso que «se considere necesario». El rector de la institución, Carlos Varela, dijo que, igual que la mayoría de los establecimientos de la capital gallega, la Hospedería lleva días cerrada, pero "están preparados para organizar la acogida del personal que sea necesario en cualquier momento y a cualquier hora". El segundo, el seminario menor, ya funciona como albergue para personas sin hogar: unas 20 habitaciones individuales que para mucho de los que ahora las ocupan les ofrece una calidad de vida que hace mucho tiempo no podían disfrutar. La acogida se mantendrá mientras dure la alarma sanitaria.

La ayuda de Cáritas para más de 1.700 familias

Por otro lado, Cáritas diocesana y Cáritas interparroquial de A Coruña están realizando una amplia labor asistencial, en comedores sociales como en la atención a familias. Unas 200 personas están siendo atendidas y el piso de acogida a mujeres victimas de trata también mantiene actividad con dos personas que atienden previa cita. En A Coruña se ayudan más de 1.700 familias, superando las 5.000 personas atendidas. En este momento de coronavirus se ha concentrado la atención social y de emergencia, aumentando los contactos vía teléfono y por correo electrónico con los usuarios.

La residencia de mayores cuida a los suyos con rigurosos protocolos sanitarios, incorporando material donado por algún colectivo. Por otro lado, la versatilidad y agilidad de respuesta que tiene Cáritas, hace que estos días de crisis, los Servicios Sociales del Ayuntamiento echan mano de la colaboración de esta institución de la Iglesia para dar solución a los casos más urgentes. Es el caso, por ejemplo, de familias que sobrevivían con pequeños trabajos y, de pronto, se han visto sin ingreso alguno. A la exclusión y a la pobreza, se añade ahora el miedo y la inseguridad. Cáritas permanece cerca ante el desconcierto.

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La ayuda desde el mundo de las parroquias

También es numerosa la cantidad de parroquias que realizan acciones. Por ejemplo, Eduardo Amado, párroco de Carril, pasa gran parte de su tiempo en el templo a la vez que está de guardia en el Hospital del Salnés par atender a los enfermos. O José Carlos Mato, párroco de la Unidad Pastoral de Mugardos, que coordina el envío de materiales para oración y formación a través de WhatsApp a la vez que atiende a en torno a 40-50 personas con ayuda primaria. Además, desde Cáritas parroquial se ha lanzado la iniciativa «Tu vecino de apoyo» y en algunas se ha puesto en marcha el servicio de escucha y acompañamiento psicológico y espiritual, como en Carballo. En esa misma parroquia un grupo de voluntarias está confeccionando mascarillas de protección.

La labor listada de las diferentes parroquias extremadamente larga. Marín, Ares, Barciela-Sigüeiro, Codeso, Boquixón… son algunos de los lugares donde la solidaridad del párroco y la comunidad eclesial están aliviando la situación de muchos afectados por COVID-19. Especial trabajo tienen los capellanes, con «una importante misión en el acompañamiento y consuelo a personas ingresadas y a los profesionales de la salud», explican desde la archidiócesis. Y también desde la Iglesia no diocesana se están llevando a cabo iniciativas solidarias, como desde los Misioneros Claretianos, que han cedido al Concello de Vilagarcía una zona residencial del convento de Los Padres «para dar alojamiento a familias que puedan encontrase en situación de riesgo derivadas de la crisis sanitaria».

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