La inmigrante que donó sus últimos cinco dólares para alguien aún más pobre que ella

Esta historia la cuenta Rubén, de la Casa Anunciación, en Texas, EE.UU, que ha atendido a más de 50.000 inmigrantes 

José Luis Garayoa, Agustino recoleto. Misionero en Texas

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Más de 40 años de acogida a inmigrantes en Texas, Estados Unidos, dan lugar a muchas historias. Concretamente, a más de 50.000, que son las personas que han pasado por Casa Anunciación y por la vida de Rubén García, su director y fundador. Este hogar se dedica a ofrecer asilo y asistencia a quienes consiguen llegar a la frontera de El Paso, Texas. Entre sus paredes, Rubén ha vivido la historia de la mujer inmigrante que le dio los últimos cinco dólares que había ganado trabajando - un total de 15 dólares por limpiar una casa - para alguién aún más pobre que ella.  

Cinco dólares para alguien todavía más pobre

El teléfono de Rubén suena constantemente y siempre responde lo mismo:

"Yes… I’ll take them" ("Sí, yo me encargo de ellos").

Dice que poquito a poco su relación con US Immigration and Customs Enforcement (ICE) -  servicio de control de inmigración y aduanas - y la Border Patrol (guardia fronteriza) ha cambiado y que siente que todos han entendido que los inmigrantes son seres humanos y que hay que tratarlos como tales.

Su teléfono suena otra vez.

Un reportero le pregunta a Rubén cuál ha sido el donante más grande de Casa Anunciación.

Te voy a contar una historia, le dice: "Hace algunos años una mamá mexicana llegó a la puerta del albergue con dos niños enfermos y colapsó en la puerta de mi oficina. Acogí a la familia. Días más tarde uno de mis contactos me llamó buscando a alguien para limpiarle la casa. Le pregunté a la mamá si quería ir y al final del día me entregó los 15 dólares que había ganado. Me dijo que le guardase diez para ella y sus hijos y que entregase los otros cinco a alguien que los necesitase más que ella, que fuese un poquito más pobre que lo que ella era". Es una de las más grandes donaciones que he recibido en mi vida.

Casa Anunciación: un hogar para "el grupo más vulnerable del planeta"

Las instalaciones ubicadas en el 1003 East de la avenida San Antonio, reciben diariamente a grupos de inmigrantes que les son entregados por las autoridades federales, una vez que han sido procesados tras peticiones de asilo en los Estados Unidos.

Rubén García cuenta que se inspiró en la madre Teresa de Calcuta al comenzar su trabajo con los migrantes, "el grupo más vulnerable del planeta", dice.

Los inmigrantes detenidos son liberados después de unos pocos días en custodia, sin dinero, sin un lugar donde hospedarse, con un grillete electrónico en el pie, y sin saber cómo llegar a su destino en los Estados Unidos. Rubén los recoge de las calles y les proporciona una cama para dormir, la oportunidad de bañarse, comer y descansar.

Dos veces al día, el ICE , le envía un mensaje con el número de inmigrantes que la agencia va a soltar, y le preguntan si tiene sitio para ellos, porque los centros de detención están llenos. Otras veces, los recoge deambulando por las calles. Desde octubre, la Casa Anunciación ha recibido alrededor de 50.000 inmigrantes del Gobierno, a los que ha atendido con la colaboración de distintas iglesias.

En marzo, los Estados Unidos han detenido cerca de 100.000 personas en la frontera. Son tantos, que la Border Patrol (patrulla fronteriza) los transfiere a la Casa Anunciación directamente.

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