Pablo Casado tiene una meta, que es la reunificación del centroderecha de nuevo en torno al PP que es el primero de la oposición. Las últimas elecciones generales han visualizado y evidenciado que dividido el centroderecha no puede llegar jamás a la Moncloa. Y eso es lo que va a intentar revocar Casado reunificando de nuevo a los partidos de centroderecha.

Y lo ha hecho con los dos comicios que tenemos a la vuelta de la esquina en Galicia y en el País Vasco. Por un lado tenemos el caso especial de Galicia. Feijóo tiene marca propia hasta el extremo que las encuestas le auguran una mayoría suficiente para seguir gobernando. Los datos están ahí pero si es bueno abrir las listas del PP de forma generosa para que algunos candidatos de C's puedan integrarse en las mismas.

Otra cosa es el País Vasco donde el PP no representa ni la mitad de lo que es el partido en Galicia. Y ahí es donde se ensaya esa coalición constitucionalista e integradora. Una coalición que pretende hacer frente a lo que representa el nacionalismo del PNV e independentista. Vamos a ver como quedan las cosas. Esto ha hecho saltar las costuras del partido. Alonso se ha ido. Su visión de la jugada era distinta a la de Casado y su sucesor. Con Iturgaiz, el PP fue segunda fuerza política en el País Vasco. Vamos a ver si ahora lo consigue. Él representa un constitucionalismo integrador y es lo que se va a ver en esas elecciones. Y el tiempo dará finalmente la razón a Casado y a Iturgaiz o a Alonso. El ensayo es extraordinario para lo que puede pasar después en Cataluña.