Con escuchar este simple sonido nos podemos hacer una idea de cómo la pandemia no solo ha causado, está causando, una honda crisis sanitaria. También económica.

“Tenemos el Cortijo vacío ahora mismo. En plena Semana Santa. Cosa que no ha pasado jamás", nos dice María Jesús, la propietaria de un cortijo reconvertido en un establecimiento rural de la provincia de Málaga. Ella nos ha contado en 'Mediodía COPE' cómo el cierre no solo autonómico -en Andalucía es provincial- ha hundido a día de hoy su negocio. Ni una reserva cuando otros años colgaría el cartel de completo. La esperanza, como ella nos decía, está puesta en el verano, donde sí tiene muchas reservas de turistas extranjeros.

Y es que al verano fiamos todos la luz al final del túnel. No ya que lleguemos al 70% de la población vacunada pero sí a un porcentaje importante de inmunizados que permitan mirar con la mascarilla puesta pero con otros ojos a la pandemia. Porque a día de hoy nuestra vida, de nuevo la Semana Santa, está marcada por las restricciones, por las limitaciones de movimiento, y por esa falta de contacto social.

En Francia han vuelto a escuchar esa palabra que con solo nombrarla a muchos se nos ponen los pelos de punta y es la del confinamiento. Con una presión hospitalaria y contagios creciente, Macron ha cerrado aún más el país. Y digo aún más porque allí, bares, restaurantes, teatros, cines... llevan cerrados desde noviembre. Cinco meses y ni aún así han logrado doblegar la curva de casos. Lo cual lleva a poner en entredicho si los cierres sirven para algo. Un año después de la pandemia y a poco más de un mes de que aquí en España acabe el actual Estado de Alarma la pregunta sigue en el aire. Por más que a Pablo Iglesias y toda la izquierda sigan erre que erre con los ataques a la presidenta de la Comunidad de Madrid por mantener abiertos todos esos establecimientos que Francia ha cerrado. Porque a día de hoy ningún gobierno, ni ningún dirigente político tiene la receta para acabar el virus. Solo la tienen los científicos y se llama vacuna.