Pedro Sánchez no va a tener garantizada la investidura hasta el pitido final del partido. Ese final será la segunda votación del martes 7 de enero y a pesar de todas las cesiones que ha hecho a los separatistas la victoria va a ser pírrica, por la mínima. Es más si alguno de los apoyos comprometidos tiene un problema de última hora, que se tiene que ausentar por lo que sea Sánchez tendría un problema. Cierto es que no se contempla a esta hora, pero, ahí está.

Al acuerdo cerrado con Esquerra esta mañana se ha sumado lo que ya se sabía y que han escenificado con una consulta interna: la abstención de los cinco diputados de EH Bildu. Ni con Podemos, ni con Esquerra el apoyo ha sido gratis. Con Bildu no han trascendido las cesiones, pero tengan por seguro que también las hay, como lo acordado con el PNV que incluye la expulsión de la Guardia civil de tráfico de Navarra.

En el PP siguen mirando a los barones socialistas. También en Ciudadanos. Inés Arrimadas esta mañana en Herrera en COPE: “Los barones que hace tres o cuatro años echaron a Sánchez, le echaron por mucho menos de lo que está haciendo ahora. Si hay valentía, si hay sentido de Estado, si esos barones de esas comunidades autónomas que claramente van a salir afectadas con este acuerdo reaccionarán, esto se podría parar”.

Y los barones lo que hacen es o callar o cargar vía redes sociales contra Arrimadas. Pero la fonoteca es tan tan reveladora, que es conveniente volver a escuchar lo que no hace tanto han dicho el extremeño Vara en una entrevista con Expósito, el aragonés Lambán o el castellanomanchego Emiliano García Page, que se han mostrado reacios a pactar en un gobierno con socios independentistas.

Pues que García Page vaya de inmediato a la tienda y compre más de un bote, porque va a ser necesaria. Que corra la vaselina.

A pesar de que la investidura está lanzada, la incertidumbre que arrastramos desde hace años sigue marcando la economía. 2019 fue el año en el que se fueron sucediendo los indicadores que confirmaban el agotamiento. El primer gran dato económico de este 2020 ratifica también esta tendencia de agotamiento. Son los datos del paro de 2019. Y estamos ante la peor cifra de creación de empleo de los últimos 6 años. El dato de reducción del paro es el más bajo de los últimos siete años. El Gobierno prefiere seguir viendo la botella medio llena y resta importancia a la que se nos viene encima. Pues hay más de un motivo y más de dos para preocuparse por lo que afecta a nuestros bolsillos.