La falta de datos reales sobre la evolución de la pandemia, la tergiversación de las cifras para avalar decisiones políticas, queda hoy en un segundo plano después de escuchar la historia de Emilio. No es, ni mucho menos, un caso aislado porque esta pandemia nos está dejando muchos emilios. Pero sí conviene descatacarlo.

Nuestro protagonista de portada tiene ahora 66 años. Ha sido profesor en la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales. Desde marzo -y hoy es 13 de octubre- permanece hospitalizado por el coronavirus. Emilio es uno de los 3 pacientes que siguen ingresados desde el primer pico y el único que continúa en una unidad de cuidados intensivos. Durante este tiempo, ha perdido mucho peso y se ha quedado prácticamente en el chasis. Ahora está libre de coronavirus, por fin ha superado la enfermedad, pero su salud está muy debilitada y pende de un hilo.

En el Hospital Infanta Sofía de Madrid sus ángeles de la guarda son los médicos y enfermeros que le cuidan y también su mujer. Se llama Alicia y acude cada día a la UCI durante el horario permitido. Allí se encuentra a Emilio, esperándola, rodeado de máquinas, de cables y de todo tipo de sondas. Pegado a la oreja, un auricular, un pinganillo porque Emilio es un buen oyente de radio, especialmente de la cadena COPE. Alicia se lo ha contado esta mañana a Carlos Herrera: “Le sacan para que tome un poco el aire, al sol, para que vea el paisaje pero está deseando venir a ver a sus hijos, es buen oyente de COPE, sí, y yo también en el trabajo”.

La radio como terapia. Nos habría encantado hablar con él pero apenas tiene un hilo de voz que habría complicado mucho la charla. Emilio está superando la enfermedad, después de más de medio año hospitalizado. Por eso, no entiende esas conductas irresponsables de aquellos que siguen pensando que esto no va con ellos. El covid pasa y quedan las secuelas. Alicia, mujer de Emilio:”Solía tener bastantes faringitis y pensábamos que era eso, bueno va cogiendo fuerza, va mucho mejor, yo soy positiva”.

Como hay muchas probabilidades de que Emilio nos esté escuchando desde la UCI del Hospital Infanta Sofía, le mandamos un abrazo y ánimo que ya lo tienes hecho, Emilio.

Por lo demás, la batalla política sigue. Hoy el ministro de Sanidad ha dicho que no va a modificar el estado de alarma en Madrid. Nada nuevo. Pero es que el debate se centra en articular el mecanismo para cuando se cumplan los primeros 15 días establecidos, seguir controlando esta comunidad. Todo con el objetivo principal de continuar acorralando al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. Si hay que cambiar las reglas a mitad del partido, no pasa nada. Esta mañana Salvador Illa ha apuntado que rebajarán la incidencia en Madrid a 200 casos por cada 100.000 habitantes para justificar el confinamiento. Pasado mañana serán 100. ¿Quién da más? Si siguen así, con su escudero Fernando Simón como parapeto, mantendrán el cierre de Madrid con uno o dos casos. Como mucho.