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El copresentador de 'Mediodía COPE', Antonio Herraiz, analiza la situación de las comunidades que han pasado a la fase 1 y el descontento de los gobierno autónomicos donde o no han pasado completamente o se les ha denegado.

Con media España dentro ya de la denominada Fase 1, el sonido que más se está repitiendo este lunes es la imagen de miles de reencuentros que desde hoy están permitidos en todas las zonas en las que han entrado en Fase uno. Si eres uno de los afortunados, tienes autorizadas las reuniones de familia y amigos de hasta un máximo de 10 personas. Lo puedes hacer en casa o en la terraza de los bares. Y hoy se han visto escenas de nietos viendo a sus abuelos tras casi 60 días confinados, o encuentros de amigos que llevan sin verse dos meses.

Antonio Herraiz, sobre la Fase 1 de la desescalada

Además de recuperar la libertad de circulación, te estamos recordando que la Fase 1 te permite tomarte una caña en una terraza, puedes ir a comprar a cualquier tienda que no tenga más de 400 metros y también puedes ir a misa. Abren las iglesias, se reanuda el culto presencial, aunque también con limitaciones de aforo.

Aquí la polémica está en las comunidades autónomas que habían pedido pasar de fase y, o no lo han conseguido en su totalidad, o directamente, se les ha denegado en su conjunto. En el caso de Madrid, los responsables de la Comunidad han adelantado hoy que vuelven a presentar la documentación para les autoricen pasar de fase dentro de una semana.

En el caso de Valencia, donde la Generalitat es del mismo color que el Gobierno de España, hay malestar. Y no lo ha ocultado hoy su presidente, Ximo Puig, que ha estado en 'Herrera en COPE': "Tengo lealtad al Gobierno de España, por supuesto tengo lealtad a lo que es mi país, pero desde luego mi responsabilidad fundamental es ser presidente de todas y todos los valencianos, me gustaría que nadie se molestará por eso, creo que es lo que debo hacer".

Enfado que comparte también el presidente andaluz, que ha visto cómo Málaga y Granada siguen en la fase 0.

Mientras el Gobierno siga incumpliendo la ley ocultando el nombre del equipo que decide el cambio de fase, y mientras sigan sin determinar con claridad los criterios, seguirán estas sospechas en un tema en el que no consiste en correr pero tampoco en frenar a nadie de manera gratuita.