Hoy despedimos marzo. Lo de este marzo es para olvidar y cuanto antes mejor. Lo primero por las cifras que nos ha dejado este martes. Sabíamos que las dos semanas anteriores apenas se estaban haciendo teste del coronavirus y estaba claro que las cifras que cada día nos daba el Gobierno estaban muy lejos de la realidad. ¿Qué ha pasado cuando se han intensificado los análisis? Que ha aumentado el número de contagiados. Y seguro que te preguntas, ¿pero no nos venían diciendo que la semana pasada se llegaba al pico máximo de la enfermedad? No ha sido así, y siguen repitiendo ese mantra de que nos estamos aproximando a la cima. A ver si es verdad. 

De momento, hoy se han superado dos récords. Y sabes que en esto, superar récords es una muy mala noticia. En las últimas 24 horas, se han contabilizado 849 muertos, el peor dato desde que empezó esta crisis. Además, también debido a lo que te contaba de los test, también aumentan los contagiados. En un día, 9.200 más y casi 95.000 personas han dado positivo en España. Aún así, en el Gobierno insisten en que son datos que tienden a la estabilización y los casi 20.000 recuperados, 2.479 recibieron el alta ayer lunes, son la mejor prueba de que de esto se sale. 

Esta mañana, los portavoces técnicos del Gobierno se han detenido en desglosar las franjas de edad más golpeadas por el COVID-19. El 80% de los fallecidos tiene más de 70 años. Por eso, hoy en MEDIODÍA COPE nos hemos querido fijar en esos casos de personas mayores, ancianos, que logran salir del hospital y se curan. Matilde tiene 92 años, es de Ocaña, y acaba de abandonar el hospital del Valle en Toledo después de dar positivo por coronavirus. Ha recibido el alta, lo hacía entre los aplausos del personal sanitario, con una sonrisa que se le adivinaba tras la mascarilla, y es la prueba de que también los más mayores se pueden curar. Lo ha contado José María Sáenz Bravo, que es uno de los hijos de Matilde: “Estuvo en la UVI durante cinco días y al sacarla de la UVI la llevaron a la habitación, estuvo en la habitación durante un par de días o tres, y estando yo con ella pasaron los sanitarios a hacerle la prueba del COVID y dio positivo. Ha estado quince días aislada totalmente en el hospital del Valle en Toledo pasándolo mal me imagino. Afortunadamente y después de rezar mucho hemos conseguido que se recupere”. 

Ahí está Matilde, a sus 92 años, que lo que más está deseando es poder hacer croquetas para repartirlas entre los suyos. Una fenómena que es la prueba de la esperanza. Los mayores también pueden curarse y en los hospitales no dejan de cuidarles aunque tengan más de 92 años.