En el día en el que hemos conocido los datos del paro, en este 2 de febrero en el que España se acerca a los 4 millones de parados, es importante analizar y comparar en qué situación nos encontramos. Lo primero en la economía y hoy la Unión Europea ha publicado los datos del pasado año.

Ya sabes que cuando al Gobierno le recuerdan la situación real en la que estamos ahora mismo, siempre se agarra a la pandemia, que ha arrasado todo, nuestra salud, nuestra paciencia y también nuestros bolsillos. Pero Sánchez e Iglesias suelen omitir un dato fundamental. No está afectando a todos por igual y este martes ha quedado reflejado en las cifras de la Unión. Mientras la economía comunitaria ha caído de media más de un seis y medio por ciento, en España lo ha hecho el 11 por ciento, es decir, casi el doble.

Esto tiene una consecuencia inmediata. La recuperación va a ser desigual y países como España van a tener que hacer más reformas que otros para conseguir aliviar el alto déficit, la deuda y el paro acumulado. ¿Están en esas el Gobierno de PSOE y Podemos? Lo que están es en gastar más y más y atender los caprichos que exigen los de Pablo Iglesias.

Esto en lo económico. En lo sanitario, la curva tiende a estabilizarse, bajan los positivos aunque todavía es pronto para que se traduzca en la presión hospitalaria. Hay 32.000 pacientes ingresados por coronavirus y cerca de 5.000 en las UCI de los hospitales españoles.

Y hoy hemos vuelto a mirar a Australia. Sí. Cuando aquí en España la tercera ola sigue descontrolada, esta imagen ha dado la vuelta al mundo.

En Australia se celebra la ATP Cup. Más de 4.000 personas llenaron las gradas, sin mascarilla ni distancia física de seguridad. ¿Y cómo es posible? Pues porque lo avalan los datos. Según el departamento de salud del Gobierno de Australia, ahora mismo solo hay 59 casos activos en todo el país. Están controlados. ¿Qué es lo que han hecho? Lo ha contado en Mediodía COPE, Ahmed, que vive en Australia: "Australia es una isla grande, es decir, se puede controlar quién entra y quién sale. Entonces lo que hizo el Gobierno es limitar las llegadas a una cantidad de gente que podía caber en los hoteles de confinamiento al llegar. Cualquier persona que llegue tiene que pasar 2 semanas, 14 días en un hotel a cuenta propia".

Aquí tenemos una clave que confirma el fracaso de España. Mientras aquí los sanitarios advertían de la necesidad de cerrar las fronteras, las mantenemos abiertas sin controles estrictos. Es una noticia de última hora, con al menos 4 variantes acechando, España acaba de anunciar que cancela los vuelos desde Brasil y Sudáfrica para contener las nuevas mutaciones del coronavirus. Todo hace indicar que tarde. Y las consecuencias no hacen falta recordarlas. Las hemos visto con esa cepa británica que dijo Fernando Simón que iba a ser marginal y que poco a poco se ha convertido en dominante. Tampoco hace falta recordar que el Gobierno no ha asumido ninguna responsabilidad. Es sólo tuya y mía.