Hoy ha comenzado en España el luto oficial más largo de nuestra democracia. Se va a prolongar durante 10 días para rendir un homenaje a los fallecidos que el Gobierno, hasta ahora, ha entendido que no se ha podido realizar. Parece evidente que nunca sabremos la cifra oficial de muertos por el coronavirus en España. Pero parece claro, también, que el dato real está muy lejos del oficial que nos cuenta cada día en el Gobierno.

Lo del baile de cifras, lo de la opacidad y lo de la incoherencia en los cálculos de Sanidad ha sido una constante. Y todo para dulcificar la dimensión real de una tragedia sin precedentes. Pero es que en las últimas horas los cambios en el conteo son ofensivos. De lunes a martes, resucitaron a 2.000 personas, de repente había 2.000 fallecidos menos de los que nos habían dicho. De martes a miércoles aparecieron, elevaron a esa cifra con 283 los muertos, sin que en esas 24 horas se hubieran registrado ese número de fallecimientos.

Y atentos a lo que te estamos contando hoy que debería llevar a más de uno a pedir perdón, en primer lugar, y después a retirarse. Con datos reales, contrastados, se puede afirmar que en España el coronavirus ha dejado al menos 43.000 fallecidos. Así consta en el sistema de monitorización de la mortalidad dónde hoy han aflorado de golpe 12.000 fallecidos más por una actualización de datos, fundamentalmente en Madrid, Cataluña y Castilla-La Mancha. La pregunta es, ¿a partir de ahora, desde el Ministerio de Sanidad, van a asumir esa cifra, o la van a seguir dejando por debajo de los 30.000 muertos, que es ahora mismo el dato oficial que nos da el Gobierno?

La cifra de fallecidos debe servir para rendir homenaje a los que se han marchado y también para recordar lo que hemos pasado, lo que estamos pasando para que no nos relajemos.

En Tenerife, se han contagiado 9 miembros de una misma familia que viven en casas diferentes, pero en el mismo edificio. Y en Lérida se han contagiado 20 personas que estuvieron en el mismo cumpleaños. La ciudad ha cuadruplicado en los últimos días su ritmo de contagios. Los vecinos contaban a COPE su preocupación. Son Josep, Albert y Esther: “Sobre todo personas que en su familia no tienen ningún problema, lo pasan por alto todo. Ves las terrazas y mucha gente se ha relajado. Por unos pocos vamos a salir perjudicados muchos”.

Pues no, no hay que relajarse porque ahí tienen la prueba. En Tenerife, en Lérida y otros sitios.