Mientras en España las comunidades autónomas dan pasos atrás en su plan de desescalada, hoy en Reino Unido celebran el Freedom Day, que es el día de la libertad con algo así como: a partir de ahora vale todo. Las mascarillas dejan de ser obligatorias también en interiores, abren las discotecas, se suprimen las restricciones en los aforos y también en el número máximo de personas que se pueden reunir. Lo de la mascarilla en Reino Unido tiene su importancia. Es un país en el que no han llevado a rajatabla esta herramienta anticovid ni cuando era obligatoria. Ahora, mucho menos.

Estamos hablando de Reino Unido mientras que en España Valencia, Cataluña o Cantabria ha recuperado el toque de queda y Navarra lo hará esta semana, si recibe el visto bueno de la Justicia. También plantean acotar las reuniones a 10 personas. ¿Tan diferente es la situación en Reino Unido si la comparamos con la de España? ¿Están mucho mejor que nosotros? Al revés. Mientras los británicos arrastran una incidencia acumulada que se acerca a los 700 casos mientras en España, a la espera de la actualización de esta tarde, se sitúa en los 537 positivos por cada 100.000 habitantes. Sí que es cierto que a estos números habría que añadir los de la vacuna. Y en Reino Unido van por delante. No hay que olvidar que fueron los primeros que empezaron. Casi el 90% de los adultos tiene ya, al menos, una dosis y en torno al 70% tiene las dos, que es ese referente utilizado para alcanzar lo que se denomina inmunidad de rebaño.

Hoy hemos estado en las calles de Londres. Marina Castro es española, tiene 24 años y trabaja de camarera en un restaurante de Reino Unido. Su jefe le ha dicho que tiene que seguir llevando la mascarilla. Ahora, es el momento de la responsabilidad de cada uno: "En este día de la libertad, realmente donde cae la responsabilidad ahora es en los ciudadanos realmente, pienso de alguna forma que el Gobierno se ha lavado un poco las manos con este asunto y quiere dejarnos ahora la parte fuerte a los ciudadanos".

Y Alemania siguen trabajando para encontrar supervivientes. Hay centenares de desaparecidos y lo que no deja de crecer es la cifra de muertos. Según la última actualización oficial, las inundaciones han dejado 161 fallecidos en Alemania y 31 en Bélgica. Laura vive en Colonia. Su suegro, octogenario con problemas de movilidad logró salvar la vida gracias a los servicios de rescate. Consiguieron llevarlo a la primera planta porque el bajo de la casa quedó completamente inundado: “Gracias a Dios tuvimos la suerte de que los vecinos se dieron cuenta que se estaba inundando el sótano y fueron a despertar a mi suegro que tiene 84 años y mientras él se levantó pues ya empezó a entrar el agua y bueno, gracias a Dios, porque después cuando volvieron a bajar no se podía entrar a su habitación porque la cama, que es de madera maciza, había nadado y evitaba que pudieran abrir las puertas”.

Los expertos ya advierten de que van a tener que pasar muchos años para recuperar todas las infraestructuras dañadas por las inundaciones en Alemania y en Bélgica .