Te estamos detallando todos los escenarios en los que tendrás que llevar mascarilla a partir de mañana de forma obligatoria. Como norma general, en los espacios cerrados y en la calle si no tienes garantías de que puedas guardar la distancia mínima de dos metros.

Somos muchos los que nos preguntamos por qué ahora y no antes. Y aquí es interesante hacer un repaso sobre lo que ha venido diciendo el Gobierno sobre el uso de las mascarillas. La primera vez que se empieza a plantear su uso es el 26 de febrero. España no estaba todavía en estado de alarma, el coronavirus golpeaba con fuerza ya en Italia y Fernando Simón decía que aquí no eran necesarias. Esto es lo que argumentaba: “No es necesario que la población utilice mascarillas,es importante que la población no asuma mecanismos de protección que pueden no tener sentido”.

No hacían falta e incluso no se recomendaban porque generaban alarma innecesaria. Causaban una sensación de inseguridad nos dijeron. Pasó el mes de marzo, los contagios y los muertos se multiplicaban, llegó abril y con el bicho golpeando sin piedad en España, el ministro de Sanidad añadió un matiz. Las mascarillas comenzaban a ser recomendables. Nada de obligatorias. Así lo explicaba: “El Gobierno de España recomienda como uso complementario la mascarilla, especialmente en los trayectos al puesto de trabajo en donde puede haber aglomeraciones”.

Esto fue el 10 de abril. Hay que recordar que una semana antes, los datos oficiales del gobierno habían registrado en un solo día 950 muertos, en el pico de la enfermedad en España. No fue hasta el 2 de mayo, mes y medio después de decretar el estado de alarma, cuando el presidente hizo este anuncio: “A partir del próximo 4 de mayo quien vaya a utilizar el transporte público estará obligado a llevar una mascarilla”.

Y ante tanto vaivén, ante la falta de una postura común desde el principio. ¿Por qué ahora y no antes? ¿Por qué ahora cuando lo peor de la crisis sanitaria ha pasado y no en los momentos con más contagios y muertos? Pues ya hemos escuchado a Fernando Simón. No impusieron su obligatoriedad no por cuestiones sanitarias o médicas, no. Sencillamente porque no había suficientes. Y hasta hoy, con 232.000 contagiados por pruebas PCR y más de 27 muertos oficiales.