El agua suele ser una tema de actualidad en verano debido a la sequía, pero también nos preocupa su estado. Son pocas las zonas en el mundo que disfrutan de unas aguas en perfectas condiciones.

De hecho, un informe del Banco Mundial indica que en los últimos años está aumentando la cantidad de tóxicos presentes en ríos y lagos. Hemos hablado mucho de los plásticos o de otros restos que nos afectan de forma directa. La contaminación del agua tiene su impacto en la salud, la agricultura y en el propio medio ambiente. Y es que aunque te pueda parecer mentira, España está entre los países con mayor riesgo si hablamos de la calidad del agua. Algunas de las zonas más expuestas a esta polución también son los ecosistemas fluviales y marítimos cercanos a la costa. Incluso sin que sea de forma voluntaria pueden causar alteraciones en la calidad del agua.

Pues toda esta realidad está muy relacionada con un nuevo método que puede ayudar, al menos, a regular esta situación. Lo han desarrollado en Valencia y permite detectar al instante si el agua de un río está contaminada o no. Para ello sumergen una serie de sensores conectados entre sí.

En Mediodía COPE hemos hablado con una de las cabezas pensantes de este proyecto, Roberto Llorente. El investigador del Centro de Tecnología Nanofotónica de la Universidad Politécnica de Valencia describía así el proyecto: “Es una red que permite interconectar distintos sensores para monitorizar la calidad de las aguas en entornos críticos”.

El método arranco hace un año y los resultados realizados han resultado ser satisfactorios: “Hemos realizado la demostración en el entorno del Río Turia. La prueba ha sido exitosa, el sistema funciona correctamente. En el caso de detectar cualquier parámetro que exceda los límites permitidos se genera una alarma”.

Sobre la peligrosidad de los componentes que contaminan nuestras aguas, Llorente advierte que “algunos vertidos contienen contaminantes muy específicos que pueden ser dañinos para las personas”. Los protocolos de seguridad de nuestro país no se ponen en duda, pero “otro tema es que sea lo suficientemente ágil para ser utilizado de una manera dinámica. Es decir, que inmediatamente cuando se detecte un vertido se pueda prohibir el baño en una playa” ponía como ejemplo.