El protagonista de esta historia es un paquete -una caja- que llegó al bar Pigor en Estella (Navarra). Hasta aquí todo parece habitual sino fuera por el remitente...

El paquete en cuestión salió desde Dachau, en Alemania, y estaba firmado por una tal Annie Härtl. Lo que parecía un error -porque no es habitual que lleguen envíos desde Alemania a este bar de Estella y menos aún, con un nombre desconocido- resulta que escondía toda una sorpresa… María Jesús, al dueña del bar ha contado en los micrófonos de 'Mediodía COPE' que "fue una sorpresa tremenda porque había dos tazas y dos platillos completamente nuevos con el logo del bar". Además, había una carta traducida del alemán al español en la que Annie "agradecía los buenos ratos que había pasado su marido en este bar en los años 60". Su marido había fallecido recientemente y ella recuperó las tazas: una se la quedó de recuerdo y las otras dos quiso devolverlas como agradecimiento por el trato recibido.

María Jesús pertenece a la segunda generación del establecimiento, que fundaron sus suegros. De hecho ha contado que "esta vajilla, que fue la primera, ya no la tenemos". Han preguntado a vecinos mayores si la recuerdan. Y aunque no se acuerden de la vajilla sí recuerdan a los alemanes que venían a trabajar a una editorial de biblias. Una editorial, por cierto, que sigue existiendo y que ha querido saber el nombre del misterioso alemán de las tazas.

¿Hubo respuesta a la carta? "Sí, en seguida respondimos contando la historia del bar, que está restaurado y próximo a que lo lleve la tercera generación", ha contado María Jesús. Para ellos recibir este regalo ha sido una recompensa a todos estos años de trabajo.

Las tazas, aclara la misiva, fueron regaladas.