El primer debate de las elecciones andaluzas le ha servido a la candidata para consolidar su propósito de presentarse como la única que puede gobernar. El votante andaluz es un votante conservador. Dice querer cambio pero todavía ese cambio para un tercio de los votantes significa seguir votando al miso partido que lleva 40 años en el poder. Susana Díaz es la única de los cuatro candidatos conocida ampliamente por los votantes. Los otros tres son muy poco conocidos. En esta situación Susana Diaz juega a no equivocarse y a que cunda la idea de que PP, Ciudadanos y Podemos no son alternativa real. Son los otros, los que nadie conoce, la derecha que se pelea entre ellos o la izquierda que bloquea. Los cenizos y los que no pueden llegar al Gobierno. Para este propósito ha sido funcional el CIS de Tezanos que ha dado un triple empate a Podemos, Ciudadanos y el PP. Y ha sido funcional el debate de ayer. Fue aburrido, eso le vino bien a Susana. Fue una lucha entre PP y Ciudadanos, y eso le viene a Susana. Con esta modo de hacer oposición no hay manera de que se mueva el marcador.