Esta es una buena hora para contar la historia de Shamina Begún, la joven de la que todo el mundo habla en el Reino Unido y en buena parte de Europa. Shamina tiene ahora 19 años, hace cuatro, cuando tenía 15, y estaba en el colegio viajó de Londres a Siria para unirse al Daesh, al mal llamado Estado Islámico. Ahora la ha encontrado en campo de refugidos un periodista de The Time y Shamina dice que quiere volver para criar a su hijo vivo en el Reino Unido. Shamina ha tenido tres hijos pero los dos primeros murieron. Se casó en Siria con un holandés convertido al islam. Samina dice que está de acuerdo con algunos valores islámicos y quiere volver

En este momento están terminando los últimos combates de las últimas bolsas controladas por el Estado Islámico. Y entre los miembros del Daesh detenidos hay muchos extranjeros, muchos europeos. En los seis últimos meses se han detenido a 1.600 yihadistas extranjeros. Siria está pidiendo que sus países se los lleven. Pero Francia y Alemania, por poner dos ejemplos, están arratsrando los pies. ¿Qué hacer con estos yihadistas? Hay quien sugiere la creación de un Tribunal Internacional. En cualquier caso este dilema nos cambia la idea que teníamos de la guerra que se librado en Siria e Iraq contra el Daesh. No ha sido una guerra de Oriente Próximo. Ha sido una guerra en la que todos estamos implicados. Europa exportó combatientes. Francia tiene 1.900 arrestados. 200 españoles se sumaron al Deash y han vuelto 30.

Shamina, como muchos de estos yihadistas, era una joven nacida y educada en Europa. Habrá que ver la responsabilidad personal que tuvo en lo que hizo, esclarecer si fue víctima o verdugo. Pero lo que es