Susana Díaz ha asegurado hoy que tiene la cabeza alta y que nadie podrá encontrarle una mancha ante las elecciones andaluzas del próximo 2 de diciembre. Es verdad que Susana Diaz no está directamente implicada en ninguno de los grandes casos de corrupción. Pero es su partido, el PSOE de Andalucía, el que está inmerso hasta las cachas en el caso de los eres, y ella entonces secretaria de organización y ella ha adelantado las elecciones porque no quiere que le pille la sentencia sobre el primer juicio que establecerá la responsabilidades de al menos 855 millones de dinero público que tenía que haber ido a los parados y que se utilizaron para alimentar una red clientelar. Por cierto que la juez Pilar Ordoñez acaba de pedir a la Junta de Andalucia información sobre 3.500 millones que podrían haberse desviado a la agencia IDEA utilizando el mismo mecanismo fraudulento, la transferencia de financiación, que se utilizó en los ERES. Era su partido. Es verdad que Susana no estaba en la Junta cuando se gastaron más de 30.000 de formación en prostibulos. Pero Susana si estaba en la Junta y la Junta, como ha dejado claro la Guardia Civil, no facilitó durante dos años la información sobre las tarjetas aunque la benemérita se la pidió.