Ya tenemos aquí el nuevo decretazo del Gobierno. En este caso sobre el impuesto de las hipotecas para que lo paguen los bancos. Una medida inconveniente por al menos 1.- Por decreto no se pueden modificar derechos de los ciudadanos. 2 El decreto se ha preparado en horas cuando desde hace meses se tramita una nueva ley hipotecaria en el Congreso, no había urgencia. 3.- El decreto ha sido redactado sin tener en cuenta la sentencia, no publicada por el Supremo, que adjudicaba el impuesto a los clientes. 4.- El Tribunal de Luxemburgo puede corregirlo como ya hizo con las cláusulas suelo, aumenta la inseguridad jurídica. 5. Los bancos, que solo temían la retroactividad, ya han dejado claro que van a repercutir el sobrecosto a sus clientes. 6.- El espectáculo nefasto de las decisiones judiciales con las hipotecas no puede corregirse con medidas de urgencias que estresan y devalúan las instituciones. 7. Las necesidades electorales de Sánchez para que Podemos no le coma la tostada no pueden convertirse en la agenda para España que necesita un Gobierno no un un presidente en permanente campaña.