A estas horas en la comarca de Antequera, en Málaga se trabaja intensamente para intentar recuperar cierta normalidad después de la gran tromba de agua que cayó del sábado al domingo. Lloran la muerte de un bombero que estaba realizando sus labores. El trabajo de los bomberos es arriesgado y hay que agradecerles que estén ahí y que algunos como José Gil Gutiérrez hayan perdido la vida por ayudar a los demás. Llevamos ya 20 muertos provocados por los temporales este año. El tiempo ha cambiado y eso hace que tengamos que estar mejor preparados, porque de pronto el agua cae como ha caído en Málaga o como cayó en Mallorca. Lo llamativo es que en estas circunstancias difíciles, complicadas de vecinos que intentan recuperar la normalidad vuelve a haber una gran solidaridad como la que hubo en Mallorca y de esto hay que tomar nota. Esa solidaridad elemental de los que usaron sus tractores para echar una mano,porque lo pidió el Ayuntamiento, de los que atendieron a los vecinos, porque ellos estaban mejor que los de al lado. Esa energía social que se despierta en estas catástrofes es algo muy importante de lo que deberían tomar nota los políticos.