Cuando nos perdemos en cualquiera de los bosques repartidos por la geografía de nuestro país, cuando tenemos algún problema bañándonos en nuestros ríos o pantanos, o si nos deja tirados el coche en alguna de las pistas forestales españolas. Ellos siempre están ahí. Son el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA). Un cuerpo, que depende de la Guardia Civil, y que acaba de cumplir 30 años protegiendo la flora y fauna de nuestro país.

Este año, además, al SEPRONA se le ha concedido el Premio ‘Fauna Salvaje Sin Fronteras’ (‘Wildlife Without Borders’), por su labor en la lucha contra el tráfico ilegal de anguilas. Un reconocimiento internacional que le fue entregado, ni más ni menos, que en la gala de premios que cada año otorga la mayor organización internacional de Policía: la Interpol.

Este premio (‘Fauna Salvaje Sin Fronteras’) les fue entregado por el mismísimo Duque de Kensington, el Príncipe Guillermo de Inglaterra, hace apenas unas semanas, en Londres.

Sobre las anguilas, el animal cuyo cuidado ha propiciado este premio, el portavoz del SEPRONA, José Manuel Vivas ha explicado que “en el mercado asiático son realmente apreciadas por la cocina selecta”.

La actuación de estos profesionales contra el comercio ilegal de angula ha sido impecable y, ahora ha sido reconocida, porque “se trata de un comercio que pone en peligro la especie, debido al

contrabando por parte de unas redes que funcionan casi como las que trafican con droga”, explicaba José Manuel Vivas.

“De hecho, hay contrabandistas que han pasado del tráfico de armas al de angulas porque tiene unas penas menores, y da unos grandes beneficios”, contaba Vivas.

El SEPRONA se ha erigido como un referente en la lucha internacional contra este tipo de contrabando, desbaratando operaciones que tratan de sacar los productos vivos para poder ser cebas en el mercado asiático. “En cuando al modus operandi tenemos dos líneas fundamentales: los ‘muleros’ que las llevan en maletas con agua congelada y sal; y en partidas comerciales de cientos de kilos”, apuntaba Vivas.