El pesimismo se apodera del alma cuando hablamos de nuestro país. Muchos españoles sufren porque piensan que vamos por detrás del resto de países de Europa. A Unamuno le dolía España, pero a los extranjeros les encanta. 

En la Noche de COPE han estado dos europeos que hace años dejaron sus países de origen para asentarse aquí durante un tiempo. Todavía siguen aquí. Nos han contado su experiencia, Philippe Chevassus, director de Le Courrier de l'Espagne e Ivar Kant, trabajador del aeropuerto de Alicante. 

El emprendedor francés ha señalado qué es lo que le llevó a instalarse en España: “no sabía dónde ir. Dudaba entre Asia y EEUU, pero me di cuenta que España lo tenía todo, tenía el sol, la seguridad, el crecimiento económico “.

Sin embargo, fue el amor quien empujó a nuestro invitado holandés a quedarse en Alicante. Vino de vacaciones, conoció a una mujer y volvió llorando a su país. Enseguida hizo sus maletas otra vez, para no volver jamás. 

Lo que más le sorprendió a Philippe Chevassus de los españoles fue su carácter: “son muy acogedores, muy abiertos y muy positivos. Aquí la gente es feliz”. Mientras que a Ivar Kant, le impactó la forma de comunicarnos: “los españoles hablan mucho, muy alto y muy fuerte”.

A ambos lo que más les costó fue adaptarse a los horarios.  

Chevassus señala el espíritu festivo del país: “las fiestas son un asunto social, más que fiestero. Se reúne todo el pueblo e incluso las familias van juntas”, mientras que a Kant, aunque le gustan y disfruta con ellas se queja de que no le dejaban dormir.