El escapista Pedro Volta dio un auténtico susto el pasado sábado en Navacerrada (Comunidad de Madrid). Este mago se disponía a deslumbrar a los espectadores con uno de los trucos de esta especialidad más arriesgados: meterse en un cubo con unos 1.000 litros de agua con una camisa de fuerza, e intentar escapar de él. Pero algo falló.

El ilusionista no fue capaz de abandonar la urna, que formaba parte del Festival de Magia de esta localidad de la sierra madrileña. Sus compañeros tuvieron que socorrerlo cuando ya había perdido el conocimiento. Llegó a entrar en parada cardiorrespiratoria durante cuatro largos minutos. "Mucho tiempo".

Finalmente fue ingresado en el Hospital General de Villalba, donde se recupera. Desde allí ha atendido a Adolfo Arjona en 'La Noche': "Estoy feliz porque estoy vivo. Considero que he vuelto vivir, he tenido la sensación de volver de algún sitio, no se sabe dónde".

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Lo primero que ha querido hacer este mago pontevedrés es pedir disculpas. En concreto, a la madre y el niño que en el vídeo se escuchan. Al pequeño, angustiado, a ella, intentando calmarle: "Que no, que no, que está saliendo, cariño. Que está saliendo", le decía. "Pido disculpas a esa madre, a ese niño, por ese momento de angustia. Mi intención era generar un espectáculo de tensión, de emoción y riesgo en el que al final el mago resurge como un superhéroe y la gente le aplaude", ha dicho Volta en COPE.

Para el escapista, "lo más importante" es seguir vivo "e ir dentro de un par de días con mi hija, darle unos  besazos, ver una película y achucharla".