El continente africano es de nuevo protagonista porque, desgraciadamente, un nuevo brote de ébola asola esta vez a la República Democrática del Congo. Un año lleva sin control, algo que está poniendo en riesgo a buena parte de este país y por ende, a parte de África. Por ahora, esta nueva epidemia ha dejado ya 1.700 fallecidos y miles de afectados. Lo peor de todo es que la cifra puede y, seguramente así sea, aumentar en los próximos meses.

El ébola era algo casi desconocido para la sociedad española hasta hace unos 5 años cuando tuvimos constancia de ella en nuestro país sobre todo cuando tuvo lugar el contagio de Teresa Romero, una de las enfermeras que trasladaron al sacerdote español infectado por esta enfermedad, Miguel Pajares a España desde Liberia. Sin embargo, el virus, que se descubrió por primera vez en 1976 ha vuelto a afectar a el Congo y lo ha hecho de tal forma que la OMS no ha dudado en declarar el brote emergencia sanitaria de alcance internacional.

De hecho, varios países limítrofes como Ruanda ya han cerrado sus fronteras compartidas con el Congo. Y es que el principal problema de este nuevo rebrote es que está fuera de control, lo que más temen los epidemiólogos porque no pueden hacerle frente. El mayor ejemplo de esto es Goma, una ciudad de dos millones de habitantes cercana a la frontera ruandesa en la que se han diagnosticado ya dos casos. Algo que las autoridades temían y que ejemplifica el miedo que tienen a que este brote vuelva a expandirse aún más.

Por eso, el Gobierno español, mediante su embajada en el Congo ha hecho circular una nota para los ciudadanos de nuestro país que se encuentran allí. Consejos y, sobre todo, información para evitar contagiarse como que el principal mecanismo de transmisión es el contacto estrecho y continuado con sangre, secreciones o fluidos corporales de personas enfermas o con cadáveres de fallecidos por la enfermedad. También consejos para controlarse uno mismo los síntomas como tomarse la temperatura dos veces al día durante los siguientes 21 días al contacto y llamar a su centro sanitario en caso de aparición de fiebre. Hay que recordar que en el anterior brote, entre 2014 y 2016, murieron en África más de 11 mil personas.

Precisamente en Goma, una de las ciudades afectadas por esta nueva epidemia se encuentra el misionero ecuatoriano Roberto Laines. Uno de los muchos que se encuentran en este país y que cuentan como las ONGs les dan pautas para evitar el contagio como poner bidones de agua con cloro para que la gente se lave las manos, tener cuidado a la hora de recibir las colecta o evitar el beso de la paz.

El problema del ébola en esta región es uno de los muchos a los que se enfrenta el pueblo congoleño, asolado por los conflictos constantes en la zona y las hambrunas a las que se enfrentan.