Se cumplen 100 años del final de la Primera Guerra Mundial, el primer gran conflicto del siglo XX que dejó una escalofriante cifra superior a los 16 millones de muertos. Tal día como hoy hace 100 años, no está tan lejos, en un vagón de tren se firmó el alto el fuego a la Gran Guerra. Era un armisticio que en la práctica suponía la rendición de Alemania bajo durísimas condiciones y ese fue precisamente uno de los factores que derivaron en el inicio de la segunda Guerra Mundial, todavía más letal que la anterior. En ese mismo vagón, Hitler hizo firmar la rendición de Francia 32 años después.

Han pasado 100 años de la Gran Guerra, no está tan lejos, pero de aquellas experiencias, de las cenizas del Viejo Continente, nació la la Unión Europea en la que hoy vivimos.

No le falta motivos a Europa para buscar paralelismos en su propia historia para no cometer los errores del pasado, es ahora, el momento en el que el viejo continente se enfrenta de nuevo a sus fantasmas que ponen en duda sus esquemas, a las crisis económicas que ponen en duda su fortaleza, a las crisis migratorias inesperadas, a las injerencias extranjeras que cuestionan su liderazgo, a las fake news para alterar su estabilidad, a nacionalismos que pretenden destruir la unidad de sus estados miembros, a la amenaza terrorista internacional, a las aspiraciones del vecino ruso.

100 años después, no ha pasado tanto tiempo, Europa tiene que reflexionar sobre lo que ha sido y lo que quiere ser. Hay vagones de tren que no debería de volver a parar en las estaciones del viejo continente...

Es un aniversario importante y como tal va a reunir hoy en París a casi un centenar de personalidades y altos mandatarios de todo el mundo. Bajo el Arco del Triunfo van a juntarse, Trump, Putín, Merkel, Macron y un lago elenco de personalidades incluidos los Reyes de España y con París blindada como nunca lo ha estado antes. Será una de esas fotografías que quedará para la historia.

Para la historia, desde luego, no va a quedar la fotografía que ayer dejaron Macron y Trump en la previa de los actos de hoy. Sorprendió la frialdad en el saludo con el presidente norteamericano que llegó muy ofendido a su cita en el Elíseo. ¿El motivo? Que se había enterado en el avión de que Macron ha propuesto la creación de un Ejercito Europeo para defenderse de China, Rusia o de Estados Unidos.

Trump llegó diciendo, por Twitter, que aquello era insultante. Se bajó del coche y Macron prácticamente se quedó con la mano en el aire cuando fue a estrechársela. Al presidente de Estados Unidos solo el faltó quitarse el abrigo y dárselo a Macron para que se lo guardara... él es así

Después rueda de prensa y “pelillos a la mar” pero la imagen general, más allá del debido protocolo, muestra que las relaciones entre Europa y Estados Unidos no están en su mejor momento.

Radicalmente diferente es la otra imagen en este centenario de la Primera Gran Guerra y que hemos tenido pocas horas después. La foto de la canciller alemana Angela Merkel y Macron abrazados, cogidos del brazo y con un gesto hasta cariñoso. Ambos ha escenificado la unión europea precisamente en el escenario que por dos veces sirvió para escenificar la guerra. Ese viejo vagón de tren similar al que en 1918 se firmó la rendición de la Alemania prusiana y en el que en 1940 Hitler obligó a firmar la rendición de Francia. Ahora los representantes actuales de Francia y Alemania han aparecen sentados para todo lo contrar