Parece que el horror nazi queda lejano, pero no hace tanto de aquello.. Cuando sucedió muchos decían que el holocausto no se olvidaría nunca, que nos había cambiado para siempre y sería imposible repetirlo. Es por ello que cuando leo noticias como la siguiente se me ponen los pelos de punta: hoy han sido profanadas 96 tumbas en un cementerio judío de Francia.

En concreto, en Quatzenheim, un pequeño pueblo cerca de Estrasburgo. Las sepulturas han amanecido marcadas con esvásticas y pintadas de azul y amarillo. Como curiosidad, una de ellas llevaba la inscripción “Los lobos negros alsacianos” un grupo violento alsaciano de finales de los años setenta.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha visitado esta localidad junto al gran rabino de Francia. Y también ha denunciado en Twitter lo ocurrido. En palabras textuales, ha dicho que “El antisemitismo es la negación de lo que es Francia”.

Una veintena de partidos políticos franceses han llamado a manifestarse esta tarde en París contra el antisemitismo. Según las cifras, está resurgiendo con fuerza en este país. Los actos contra los judíos aumentaron un 74% en 2018 y en los últimos días se han multiplicado los incidentes.

Solo en este mes, los actos antisemitas se han repetido en París y sus alrededores. Unos retratos callejeron de Simone Veil, ministra y superviviente del Holocausto, aparecieron pintados con una esvástica. Poco después alguien escribió “juden” en la puerta de un restaurante y lo último ha sido esto: la profanación de 96 tumbas en Alsacia.

Francia es el país europeo con mayor número de judíos. Allí viven 700.000 y estos son víctimas de la mitad de los actos racistas registrados en suelo francés.