Luis Mayandía, comisario jefe de UCRIF, sobre la operación Marabú: "Cuando se producía cualquier incidente, acusaban a alguien de brujería"
Expósito aborda el problema que rodea a la migración en Canarias tras el caso que deja 19 personas detenidas como presuntos responsables de homicidios y torturas a bordo de un cayuco en Arguieguin

Luis Mayandía, comisario jefe de la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales
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La tragedia migratoria que atraviesa el Atlántico sigue dejando imágenes difíciles de olvidar. El pasado 24 de agosto, un cayuco de 20 metros de eslora quedó a la deriva a más de 400 kilómetros de Gran Canaria. A bordo viajaban más de 300 personas hacinadas, sin agua ni alimentos, y bajo un calor asfixiante que convirtió la travesía en un auténtico infierno.
El rescate, en una zona SAR compartida entre Marruecos y España, estuvo marcado por la desesperación. Finalmente, Salvamento Marítimo envió al Guardamar Urania, que logró llevar a los supervivientes hasta el puerto de Arguineguín. Allí se descubrió la magnitud del drama: bebés recién nacidos, niños y mujeres exhaustas, además de un elevado número de desaparecidos. Operación Marabú y 19 detenidos
Operación Marabú y 19 detenidos
La Policía Nacional detuvo a 19 personas en la llamada operación Marabú, acusadas de homicidios y torturas a bordo del cayuco. El comisario jefe de Inmigración, Luis Mayandía, explicó en La Linterna cómo operaban estas mafias. “Les llamamos patrones de forma genérica. Usaban el ‘cayuco taxi’, trasladando en pequeños grupos a los migrantes hasta la embarcación principal. Cuando alguno protestaba, era arrojado al mar. Hablamos de ejecuciones absolutas”.

Efectivos de emergencias atienden a personas en el Muelle de la Restinga, El Hierro, Canarias
La violencia se desató tras la avería del motor. Algunos migrantes fueron acusados de brujería, maniatados y lanzados vivos al océano. Según los testimonios recogidos, se estima que al menos 50 personas fueron asesinadas. “Es una navegación de muerte”, subrayó Mayandía.
En la entrevista con Ángel Expósito, el comisario recordó también momentos de esperanza en medio de la tragedia. “Nació un bebé en el cayuco, y apareció otro niño de dos años que no sabíamos que viajaba. Nuestra gente reaccionó con lo más humano: salvar vidas”.
La historia se repite en cada travesía. Tal y como detalló Expósito, una madre relató entre lágrimas cómo perdió a su hijo al intentar llegar a España tras pagar casi 500 euros a las mafias. Su testimonio refleja la crudeza de esta ruta que, como recuerda la COPE en Canarias, no deja de tensionar a las islas.
"Un futuro muy incierto"
Uno de los mensajes más contundentes del comisario fue sobre las cifras que manejan sobre el futuro. “Manejamos cifras de que entre un 30 y un 40% de los que intentan llegar se quedan en el fondo del mar. Si llegan 400.000 personas, eso supone que 120.000 habrán dejado su vida en el mar”.
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Operación migración en Canarias
El problema no es solo migratorio, sino también demográfico. “África tiene 1.600 millones de habitantes y Europa 750 millones. Allí crecen a un ritmo de más de 35 millones al año, mientras aquí es negativo. Vamos hacia un futuro muy incierto. Es matemática pura”.
La situación, como ya se ha abordado en programas como Herrera en COPE, se cruza además con la sobreocupación en las islas y el riesgo de colapso de los sistemas de acogida.
La conversación derivó hacia la trata. “Las primeras víctimas son esos migrantes, pero no saben que van a generar una deuda impagable y que estarán sometidos a la esclavitud del siglo XXI”, advirtió Mayandía.
En palabras del comisario, no se trata de “clientes” sino de puteros que se aprovechan de mujeres engañadas bajo falsas promesas. Muchas de ellas, como recuerda COPE en su sección de Religión, llegan siendo mujeres migrantes que necesitan acompañamiento y apoyo.
Mayandía fue tajante: “Jamás nos acostumbramos. Ese sería el grandísimo pecado. Lloramos al leer las cartas de agradecimiento de las víctimas liberadas”.

Varios servicios de emergencia ayudan a los migrantes que han llegado en cayuco, por sus propios medios, al Puerto de la Restinga
Una lucha que no cesa
Los flujos migratorios no se detienen, simplemente cambian de ruta. El comisario lo explicó con claridad: “En los últimos meses se ha cerrado un poco la ruta atlántica, pero se ha abierto en el mar de Alborán la vía de Argelia. Cuando cerramos por un sitio, se abre por otro”.
Un fenómeno que no es ajeno a la desestabilización global. “El tráfico de personas es un elemento de guerra híbrida, una pata clave para acabar con Occidente desde dentro”.
El debate sobre integración y pertenencia, como recoge COPE en otro reportaje, sigue vivo en España. Sin embargo, voces como la de Mayandía apelan a la urgencia de salvar vidas y desmontar el negocio de las mafias.
“Yo soy azul, pero aquí Salvamento, Guardia Civil y Policía intentamos hacer lo mejor posible. Ayúdennos a convencer a todos de que no es la solución embarcarse en una aventura que les va a costar la vida”.