Hace varias semanas contábamos la historia de un par de hombres que eran ejecutados en México. Y todo, por un bulo que circulaba a través de Whatsapp. Pues en Bolivia, ha sucedido otro caso estremecedor. ¿Te tomarías la justicia por tu cuenta?

Los hechos ocurrieron en San Julián, un pueblo pequeño de Bolivia. Hace unas noches, los vecinos escucharon a una mujer gritar y pedir auxilio. Y es que ella y su marido estaban siendo víctimas de un asalto. El caso es que en pocos minutos, los vecinos acudieron corriendo al lugar del que procedían los gritos y se encontraron toda la escena. Un ladrón de origen brasileño que, cuando se vio encerrado por los vecinos, aseguró que solo estaba cobrando una deuda. Pero lo cierto es que la gente no tuvo piedad de él y entre todos comenzaron a pegarle una paliza y amarrarle con varias cuerdas.

Los vecinos aseguran que actuaron en nombre de la “justicia comunitaria”. Un concepto que, según ellos, está recogido en la Constitución Bolivariana de 2009. Después del suceso las autoridades han explicado que es cierto, que el concepto se recoge en sus escritos pero que ese sistema no admite castigos brutales como el que sufrió este atracador.

La paliza continuó durante bastante tiempo y el delincuente fue llevado a la plaza del pueblo. Allí, ante la atenta mirada de cientos de vecinos, murió ahorcado.

La policía acudió a la plaza para intentar evitar el fatal desenlace, pero no pudieron hacer nada. Muchísimos vecinos comenzaron a amenazarles, ordenándoles que se fuesen de allí. En este pueblo, San Julián, no hay comisaria porque hace tres semanas varios campesinos la quemaron durante una protesta.

Ahora la policía investiga qué fue lo que sucedió antes de la muerte. Quieren saber si el hombre era realmente el protagonista de un asalto y quiénes fueron los encargados de ejecutarle.