Monólogo Ángel Expósito 10 de septiembre de 2019

Supongo que ya te habrás dado cuenta. Mañana  es 11 de septiembre y se celebra la Diada en Barcelona. Nos vamos a hartar de cifras, asistentes, fotos aéreas, declaraciones, contradeclaraciones, bravuconadas, mentiras, más mentiras, sesudos análisis sobre o hacia auténticos mindundis.

Así que me voy a anticipar. Mañana te contaremos lo que hay pero hasta entonces algún detalle. Se conmemora la resistencia del pueblo catalán en la derrota de 1714 a manos de las tropas borbónicas en la Guerra de Sucesión.  El Principado de Cataluña apoyó a las tropas de Carlos de Austria frente a las de Felipe de Anjou, que se disputaron la Corona de España después de fallecer Carlos II.

Las tropas de Felipe entraron en Barcelona y sus habitantes lucharon aun a sabiendas de que iban a caer. De alguna forma se celebra este día en memoria de aquellos que fallecieron entonces. A partir de ahí toda la manipulación posible. Todo un ejercicio de propaganda y demagogia perfectamente organizado, dirigido y milimetrado para que la Diada forme parte del procés independentista catalán. En este sentido y en estos días o semanas previos a la sentencia del Tribunal Supremo. Varias claves:

1.- La fortaleza del Estado. Los políticos presos y sus jefes, los enjuiciados y los que huyeron como huidizos, ahí lo dejo, nunca imaginaron que España era y es un estado democrático y de derecho de verdad. Nunca pensaron y aun lo siguen negando, nunca pensaron que España era tan fuerte. Seguramente, desde el estado, tampoco pensaron o pensamos que iban a llegar hasta ahí... pero las instituciones son las que son. y menos mal... porque si fuera por los partidos.

2.- La Unión Europea. El gran paragüas y una vez más, menos mal. Nunca la Unión Europea. La Europa de los estados podrá permitirse fragmentarse en la Europa de los taifas. Ni por Cataluña, no por el vasco, el país vasco francés, por la Lombardia, Baviera o Córcega. Nunca, salvo que la unión europea quisiera suicidarse que, visto lo visto vete tú a saber.

3.- El espectáculo de la huida. Las vergüenzas o por lo menos algunas vergüenzas se nos olvidan demasiado rápidamente.