¿Volverá alguna de las empresas que se fueron?
Más allá de cálculos, cábalas, quinielas y predicciones sobre el futuro de Cataluña, se confirma algo invariable: la sociedad catalana está partida en dos o en más pedazos. Y esto va en aumento.
Esa partición dramática se complica con la abstención, la ley electoral y el cortoplacismo político 'typical spanish'.
Es como si no importara el golpe de Estado, que Puigdemont siga de vacaciones o que los Pujolone no hayan devuelto un duro.
Parece que a todo el mundo le da igual que se hayan ido 7.000 empresas para no volver o que la deuda pública sea de 78.000 millones de euros.
Seguiremos con la matraca del procés independentista, más todavía. A la mitad de esta sociedad les da igual la ruina total.
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En definitiva, todo igual pero peor. Solo hay dos opciones y ambas pasan por Junqueras. El lider de ERC, desde la cárcel o indultado, tiene la llave.
O Esquerra Republicana pacta con Junts y con la CUP. O Esquerra Republicana pacta con Socialistas y Podemos.
Es decir, o se reedita una especie de tripartito o la Generalitat sigue con más de lo mismo, pero con la CUP. O sea, peor.
En clave nacional. Pedro Sánchez da palmas con las orejas. Sabe que Junqueras le tiene cogido por salva sea la parte pero eso le da igual.
Lo más importante es mantenerse en el poder (y eso está garantizado) y, además, ha destrozado al centro derecha.
Porque PP, Ciudadanos y Vox se van a sacar los ojos.
Concluyendo, todo seguirá igual. O peor.