La Habana del 53 era una ciudad extraordinaria, no solo como ciudad sino con un golpe de Estado que había sido el primer coletazo de la revolución. Por eso, la ha elegido el abogado y escritor Iñaki Martínez, para ambientar su última novela “Donde los hombres llevaban sombrero”.

“Una ciudad donde tengo buenos amigos, a la que intento ir al menos una vez al año”. El régimen de Fulgencio Batista era corrupto, y con una conexión con la mafia que no escondía. “En ese marco la traición estaba al doblar la esquina”. En ese contexto escribe la novela, su tercera, para seguir contando aventuras de los protagonistas de su anterior libro.

Los espías que se meten en conversaciones ajenas, son distintos al contraespionaje cubano. “La diferencia eran los medios, pero por encima de eso, la unidad entre los servicios de inteligencia y los de ahora. El factor humano”. Las maquinas han evolucionado, pero dice el escritor que no cambia el espía, y la anticipación ante el conocimiento de la información.

Sus protagonistas son vascos casi siempre porque “el vasco tiene un espíritu aventurero”. Y el punto de esta intensa trama arranca con el secuestro de la primogénita del imperio Bacardí. Hechos históricos a los que se ciñe Iñaki Martínez. Luego su pasión por los agentes de espionaje hizo el resto.