Durante el pasado fin de semana se han celebrado los mundiales de piragüismo en Portugal con amplía representación española. Una expedición que no solo ha cumplido las expectativas, sino que ha vuelto a reafirmar su idílica relación con este deporte. Aunque ha sido el último, Carlos Garrote ha cerrado con el oro en K1 200 metros una temporada impecable y se ha convertido en el único piragüista español en levantar de forma consecutiva el oro tanto en el europeo como en el campeonato Mundial.

El palista zamorano ha reconocido en 'Herrera en COPE' que la victoria en el europeo le ha ayudado a afrontar el Mundial: "La confianza que te da ganar el Europeo te hace salir con otra mentalidad en este campeonato del mundo". Por su parte, Saúl Craviotto y Cristian Toro han mostrado su satisfacción en el programa pese a haber quedado muy cerca del oro en K2 200 metros: "Recién salido del agua si teníamos la rabia de no haber conseguido el oro, pero ha pasado un día y estamos muy felices".

Carlos Garrote ha explicado que la dificultad de esta prueba es que "cualquier mínimo error en los primeros metros te deja sin opciones de ninguna medalla" ya que "es una carrera muy explosiva que dura 35 segundos". El palista ha reconocido que "ha sido increíble" ganar el Mundial dos meses después del europeo. Y que esa vicoria le ayudó a coger confianza y afrontar "con otra mentalidad" este nueva competición, pero, sobre todo, le facilitó sobrellevar la presión y la responsabilidad: "Había alguna presión más de la cuenta por todo lo que habíamos conseguido, ha sido difícil. Todos apostaban muy fuerte por mí y hemos conseguido evadirnos de esa presión".

La famosa pareja de palistas españoles, Saúl y Cristian, han reconocido que "fue un día muy bonito" que además se culminó con la petición de matrimonio de Cristian Toro a su pareja. Aunque para Craviotto "da un pelín de rabia no haber conseguido el oro", pero según ha señalado "es un año transitorio" porque el importante es el siguiente que es el clasificatorio para los Juegos Olímpicos: "Está bien estar en segundo plano porque eso te va picando, te va añadiendo esa presión y ambición para el año que viene".

Cristian Toro, por su parte, ha insistido en la idea de que este segundo puesto no es una decepción, sino una alegría: "La victoria para nosotros se esconde detrás de la puesta en escena que hemos hecho. Entrenamos un año para la prueba y hemos bordado la prueba. No podemos influir en el trabajo de Alemania". Para él la disputa abierta con Alemania en los últimos campeonatos les hace mejores: "Al final el deporte es esto, superarse a uno mismo e intentar superar al rival, pero siempre valorando el trabajo".

Su compañero Saúl Craviotto ha refrendado las palabras de Toro y ha aclarado que están "bastante contentos" y ha reconocido que "recién salido del agua cuando me entrevistaron tenía la rabia esa de que me han arrebatado el oro, pero ha pasado un día y estamos súper felices".