¿Habrá acuerdo entre Iglesias y Sánchez?, ¿cómo se explica la situación de Ciudadanos?, ¿qué pasó en la visita de Quim Torra a Madrid? He aquí los tres clavos del día de Antonio Naranjo:

"Pedro y Pablo se han visto sin verse, para decirse todo sin decirse nada. Más que preparar un viaje de novios, ultiman un acuerdo brusco de divorcio antes de haberse casado, repartiéndose propiedades que no tienen y ahorros que nunca juntaron. Insignes habitantes del limbo ambos, el uno no sabe ser presidente pero no quiere dejar de serlo; y el otro simplemente no sabe lo que quiere. Y a la inversa. Se creen Churchill y Stalin negociando en Yalta, pero a duras penas pasan de clones de los amantes de Teruel, con la inestimable ayuda de un centroderecha empeñado en enterrar España Suma en España aúlla.

Otros dos cargos de Ciudadanos han dimitido, uno de ellos de las tareas no remuneradas en el partido pero no de las jugosamente retribuidas en Europa, enfadados con Rivera por rechazar un acuerdo con Sánchez que éste nunca le ha ofrecido. Ni Nart ni Torres ni Roldán ni ninguno de los estupendísimos naranjas decolorados le han dirigido a Sánchez la pregunta oportuna: ¿Usted nos quiere pedir la mano o aspira a que le pongamos el trasero en pompa? Solo en el primer caso tendría sentido este alarde melodramático de los dimisionarios.

Quim Torra ha venido a Madrid a decir que España les roba, en un desayuno en un hotel de lujo que puso a prueba la capacidad del oprimido presidente a deglutir cruasanes como si no hubiera un mañana. Curiosa manera de sufrir la del Honorable, que evidencia también la tolerancia de España con quien la insulta: nadie se imagina al gobernador de Tejas yéndose a Washington a anunciar otra rebelión callejera comandada por uno de los políticos que mejor sueldo tuviera en Estados Unidos. Aquí le pedimos disculpas y la otra mejilla".