BUENO, QUE COMO DECÍAMOS ANTES, PARIÓ LA BURRA.....

Un clavo al Gobierno Frankenstein que, amigos, ya es seguro. Iceta ya ha hecho su trabajo recordando que el PSOE defiende la condición de Cataluña como nación en una España plurinacional, una cursilería perversa para cubrir de eufemismos un atraco. Y ERC ha completado la función apoyando la investidura de don Pedro si, antes, se aprueba una mesa de negociación. El caso es que España va a tener de vicepresidente a Pablo Iglesias, de interventor general a Junqueras y de presidente a Sánchez. Con esos bueyes cojitrancos van a tener que arar la crisis económica y el conflicto territorial. Para quien quiera huir, recordamos que Iberia tiene billetes baratos a Nueva Zelanda.

EL SEGUNDO CLAVO DEL DÍA

Un clavo a Ortega Smith, el típico tío que siempre responde afirmativamente a la pregunta "A que no hay...". Él siempre los tiene. Me explico. Es verdad que hay unas cuantas profesionales de la causa feminista que hablan como si ellas mismas fueran las asesinadas y como si los hombres fueran todos asesinos. Pero Ortega Smith siempre pasa por alto que, por encima de ellas, hay muchas mujeres víctimas de verdad y un poso de machismo evidente para el que nunca tiene una palabra. Entre medias de las hiperventiladas y los cabestros nos encontramos la inmensa mayoría: tíos que vienen de una mujer; tías que tienen un hijo. Y a todos nos aterra que a las nuestras las maten mientras los Ortegas Smith y las Irenes Monteros montan sus operetas y viven más que bien de ello.

EL TERCER CLAVO.

Pues venga, uno rápido, entre horrorizado y divertido. Se lo damos a Paul B. Preciado, autor de un increíble artículo de opinión en Lo País que no hace falta que les desarrolle. Llega con decirles el titular: “La heterosexualidad es peligrosa". La estupidez, en cambio, les parece a algunos una bendición progresista.

¿Y DE LOS ERES QUEDA ALGO POR DECIR?

Pues si, un clavo muy rápido para este bochorno: el dinero de los ERES financió también a un partido de ultraderecha, AES, lanzado para dañar al PP. Si Franco levantara cabeza, le daba un abrazo a Chaves, Griñán y Susana.