Ángel Di María aclaró en una emisora argentina el gesto que desató la polémica cuando fue cambiado: "no fue hacia nadie. Sólo me acomodé el pantalón. Acá (en España) siempre están esperando que haga algo para poder matarme. No sé para quiénes eran los silbidos. Salí como siempre y sentí que una mitad me aplaudía y la otra silbaba".