En su Memoria de Actividades del 2018 Cáritas Española denuncia que hay 1,8 millones de personas atrapadas en una situación de exclusión social. 

"Son el rostro de una emergencia social que para muchos resulta invisible", ha dicho Paco Cristóbal, Director de Comunicación de la entidad.

Ante esta situación, en el último año Cáritas ha incrementado su labor en los programas de acogida, asistencia y empleo "no solo en acciones puntuales -ha explicado P. Cristóbal- sino en procesos de acompañamiento que cada vez son más largos".

Es decir, las personas que se acercan a Cáritas, cada vez necesitan ayuda durante un período de tiempo más prolongado. Sin embargo, hay un colectivo de personas a las que Cáritas denomina "la sociedad insegura" que, pese a tener empleo o vivienda, se mueven "en el filo de la navaja" y para quienes cualquier contratiempo puede suponer pasar al lado de la explusión. "En estos casos hablamos de ayudas puntuales y acompañamientos concretos.

La Memoria 2018 de Cáritas Española desmonta el estereotipo de que la mayoría de las personas que acuden a Cáritas son inmigrantes: "Aunque las personas extranjeras duplican el riesgo de exclusión, el 60% de los atendidos son españoles o comunitarios".

Paco Cristóbal ha insistido en que con cada crisis son más las personas que entran en una situación de vulnerabilidad extrema, de la que cada vez cuesta más salir. Y ha señalado que los datos de la memoria hablan de una sociedad con unos valores cada vez más egoístas y menos solidarios, que alejan de la búsqueda del bien común.