Ahora sabemos que Júpiter tiene 12 lunas, que hace cuarenta años las sondas Viking sí encontraron moléculas orgánicas en Marte pero que se destruyeron accidentalmente. Conocemos que en junio de este año se ha revalidado esa información, el rover de la NASA Curiosity ha encontrado –de nuevo- pruebas concluyentes de materia orgánica en el planeta rojo. Y todo ello coincide en una alineación de datos que redirige nuestra mirada al firmamento como ya lo hizo en el verano de 1977 con el lanzamiento de las sondas Voyager y la captación de la señal wow!. ¿Por qué este viaje temporal? Porque un 21 de julio de 1969 llegamos a la Luna, porque además este 27 de julio se producirá el eclipse total de luna más largo del siglo y desde ese día hasta el 31 de agosto Marte estará en su punto más cercano a la Tierra, exactamente a tan solo 57.58 millones de kilómetros de distancia de la órbita terrestre. No es casualidad, por tanto,  que ahora, desde la ficción radiofónica, construyamos una nueva sonda voyager, una viajera interestelar que comience su trayectoria a través del medio que siempre nos ha comunicado más allá de los límites de nuestro planeta: la radio.

Conéctate a VOYAG3R, sintoniza las ondas más espaciales

Pongamos que el soporte de un micrófono de COPE es ahora un módulo espacial que sostiene una sonda radiofónica con un mensaje sonoro de toda la humanidad. Seamos más sencillos. Segundo intento: ¿Y si el propio micrófono se convirtiera en un gran registrador de sonidos de la carrera espacial? Avancemos aún más en el tiempo y situémonos en la era 3.0, en la vanguardia de las comunicaciones y reformulemos otra hipótesis: ¿Y si la tecnología de un micrófono pudiera integrar a una inteligencia artificial, con capacidad infinita de memorizar los grandes hitos de la humanidad y enviarlos al espacio? Lo que sucedería es que la radio sería de nuevo la protagonista de una idea romántica que siempre ha orbitado a los humanos: la creación de una comunicación con un interlocutor inteligente enviado al espacio para dar evidencias de nuestra existencia a cualquier punto del Universo.

El resultado de lo anterior conduce a una atmósfera futura que se recrea y se vive en ‘VOYAG3R’, una sonda radiofónica construida por Javier Sierra e Isabel Lobo, donde lo que sucede es un viaje épico que orbita alrededor de las preguntas fundamentales que siempre se ha hecho el ser humano desde los primeros habitantes de la Tierra hasta la actualidad.

En la era de la ciencia y el conocimiento, la carrera espacial, ahora una carrera global, coge fuerza y muchos son los que se interesan por mirar al cielo de nuevo. Se detecta una sensación de nostalgia por lo que fuimos capaces de hacer hasta dejar la primera huella en la Luna en 1969 y a la vez una sensación de entusiasmo por lo que podríamos llegar a hacer con los últimos avances.

Todo depende de la dirección en la que escuchemos al espacio y VOYAG3R tiene las coordenadas exactas que te sincronizarán con el Universo. Cuando inicies sesión con Javier Sierra e Isabel Lobo, el futuro dejará de estar a millones de años luz.