Tan sólo 4 días para hacer efectiva la reversión de la concesión sanitaria del departamento de Salud de Alzira, y la empresa concesionaria ha querido despedirse públicamente haciendo un alegato de su modelo de gestión.Se trata de un modelo más eficiente que ha permito que estos últimos 20 años las arcas públicas se hayan ahorrado un buen dinero, a razón de unos 50 millones de euros anuales, y sin merma en la prestación del servicio público, ya que así lo demuestran todos los indicadores asistenciales que publica la propia consellería.Por eso, el director gerente del hospital de Alzira, Javier Palau, insiste en que la reversión no obedece a ningún criterio técnico y sólo se fundamenta en la visión trasnochada de la gestión pública que tiene el gobierno tripartito, y que en privado le han recdonocido.La propia sindicatura de Comptes avaló en un informe esta eficiencia y el consiguiente ahorro para la administración.Respecto al largo periodo de transición, Ribera salud reconoce que las relaciones con la consellería han sido y están siendo más que tirantes, pero aseguran que han intentado colaborar y así seguirán, sobretodo, porque la salud de los pacientes debe estar por encima de cualquier discrepancia de los gestores.En la vertiente política, el PP advierte que estará vigilando cualquier merma en la atención sanitaria de la población de la Ribera y que culpará directamente al presidente Puig y a la vicepresidenta Oltra de cualquier incidencia que ocurra.Y precisamente hoy, el presidente Puig se ha ido de la mano de la consellera Montón a reunirse con los alcaldes de la zona y a prometerles una inyección económica extra que asegurare que lejos de empeorar la gestión, se le da un nuevo impulso.