El grave estado del célebre puntillero de la plaza de la Maestranza era conocido desde hace tiempo en el ambiente taurino sevillano y el fatal desenlace era esperado desde hace algunos días. Su muerte ha causado una honda conmoción entre los hombres del toro, especialmente en los empleados y profesionales vinculados al coso del Baratillo.

La última aparición pública de Enrique Muñoz, a finales del pasado mes de octubre, fue en la entrega de premios de la asociación juvenil taurina 'Gazuza'. Lebrija, que tuvo que asistir en una silla de ruedas, recibió una mención especial por su trayectoria. En la pasada Feria de Abril ya no pudo ejercer su oficio, según informa Efe.

Lebrija había sucedido a su hermano José en el puesto de puntillero del coso maestrante en 2002. Era el cuarto puntillero de este apodo ligado al coso del Baratillo. Lo heredó de su padre, José, que se vino desde su Lebrija natal hasta Sevilla para trabajar en el antiguo mercado de la Encarnación.

Hay que unir a la saga a su hermano Manuel, muerto por un novillo de Diego Garrido en la plaza de Alcalá de Guadaíra en 1962, además de su hijo David y su sobrino Manuel, banderilleros.

El féretro de Enrique Muñoz 'Lebrija' antes de entierro en el cementario de San Fernando de la capital sevillana ha sido paseado por última vez por el ruedo de la Real Maestranza de Sevilla.