Alicante hervía a mediodía. Las charangas, el sol, la música, las barracas y las gentes, el cielo que cae como una cortina azul purísima, el mar como telón de fondo, el estruendo y la pólvora en la Plaza de Los Luceros. Ambientazo de cartelazo y de ciudad en ebullición y fiesta. Las Hogueras de 'Josétomás', cuyo efecto hizo agotar el abono. Tremendo el poder y la fuerza del madrileño. Y el impacto económico que genera la tauromaquia. Ningún líder de ningún partido dice ni mu de los beneficios que genera la Fiesta. Ni los supuestos defensores. Donde se anuncia el de Galapagar cae el gordo para el sector servicios de la ciudad. Restaurantes de no hay billetes y hoteles por las nubes. La economía del toro reluce en tiempos de sombras y crisis.El maestro de Chiva traía los ecos de la histórica tarde de Istres con el esmoquin a cuestas. Casi 30 años de maestría se reunieron en el patio de cuadrillas con López Simón y Roca Rey, que llevan un cuarto de hora en el toreo con bagaje, números y fundamentos para la esperanza. El Rey gallista con dos gallitos que quieren destronar el poder. Ponce ha toreado con todos los toreros, de todos los estamentos, todos los encastes, en todas las plazas y latitudes. De luces y de esmoquin.Abrió plaza un danielruiz apocado y poca cosa. Blandito y noble con su orgullo. Faena de tacto, pulso y trazo sedoso. De enfermero, que se dice. Labor con estética pero sin apenas emoción. Sin despeinarse el maestro de Chiva. La facilidad de la maestría. Dos series en redondo en el epílogo y un espadazo efectivo pusieron en bandeja el trofeo. Para la estadística más que para el recuerdo.Tras la merienda, Ponce se las vio con Puñalero, nombre célebre de un toro de una faena antológica de El Juli en la Feria de Julio de Valencia. De valenciano a valenciano el brindis al tenista de Ontinyent Juan Carlos Ferrero, que sabe lo que es salir a hombros en Rolland Garros. Como su colega Feliciano López, muy taurino también. El maestro de Chiva tiró de oficio para construir una faena sin eco pero con mucho fundamento librada en muchos terrenos. En chiqueros casi acabó la pugna. Y con la poncina rubricó su labor Ponce. Pese al pinchazo paseó otra oreja.López Simón debutó como matador en Alicante con Limonero. Bravo, codicioso, con fijeza, duración y vibración. Un toro de lujo con el hierro de Daniel Ruiz. De bandera. A pies juntos lo recibió el madrileño con poco temple y cierto desaire. Roca Rey subió los decibelios con un notable quite por chicuelinas y tafalleras. Simón exprimió a Limonero sin llegar a cuajarlo. Que no es lo mismo aunque lo parezca. Muchos muletazos, menos estructura. El toro a más. Mató recibiendo. Contraria y baja. Desmesurado el premio. Faena de una con toro excepcional de dos.El otro toro bueno fue el quinto. Oiga, que no hay quinto malo, dicen. Se llevó el lote el torero de Barajas. Fígaro repitió con celo, humilló, agradeció con clase cuando la muleta iba por abajo, que es lo que suelen hacer los toros bravos. Amontonada la faena, sin mando ni gobierno. Otra oreja y fueron tres. En acta.Nigeriano salió en tercer lugar. Con él se presentó en la terreta un peruano: Roca Rey. Asombrosa la facilidad y la variedad capotera. Repertorio tela con las telas. Con la franela derrochó personalidad y un valor que no por conocido deja de asombrar. Tragó Roca y supo cimentar la faena con recursos, solvencia y frescura ante un toro sin clase. Macizo.Cerró el sexteto un toro melocotón de La Palmosilla. Nada de almíbar en las embestidas. Ni un gramo de azúcar. Medía, soltaba la cara, incierto y nada franco. Se violentaba, además, al tropezar con las telas. Con él se fajo el peruano. Un arrimón. De asustar al personal. Estocada sin puntilla. Dos orejas a dos cojones. La terna a hombros. Triunfal broche.Se acabó la función tras dos horas y cuarenta minutos. Al salir de la plaza ya iba gente a mojarse los pies camino de la playa de San Juan, El Postiguet o La Albufereta. La noche es más proclive para los deseos.

FICHA DEL FESTEJO

Alicante, jueves 23 de junio de 2016. 2ª de Feria. Lleno.

Toros de Daniel Ruiz y uno de La Palmosilla (6), de desigual presentación y dispar comportamiento. Excelente el bravo segundo, ovacionado en el arrastre. El remiendo de La Palmosilla, manejable.

Enrique Ponce, oreja y ovación.

Alberto López Simón, dos orejas y oreja.

Andrés Roca Rey, oreja y dos oreja.