Abrió plaza un toro de Cuvillo que blandeó en los primeros tercios pero al que Enrique Ponce toreó con temple y armonía, llevándole a la altura que necesitaba y ayudándole a sacar el fondo de clase que tenía. Tras una estocada fulminante, cortó las dos orejas.

Sebastián Castella celebraba este sábado su paseíllo número 1.111. El francés tuvo como primer otro un animal de escasa raza, que se paró pronto y que no estuvo sobrado de fuerza. Lo intentó Castella sin suerte y saludó una ovación.

Ponce lidió en tercer lugar un astado que salió abanto pero al que metió en el canasto a base de dejarle la muleta siempre en la cara para ir tirando de la embestida del toro. Pero un metisaca antes de una estocada trasera dejó todo en una ovación.

Castella vio como el cuarto volvía a los corrales por su falta de fuerzas. En su lugar, el sobrero de Cuvillo tampoco estuvo sobrado de fortelaza. Eso le hizo defenderse. La faena del galo fue de enfermero y fue silenciado.

El quinto fue otro astado muy medido de raza que embistió siempre a media altura y se puso gazapón pronto. Pese a los intentos del valenciano y a sus poncinas finales, sólo escuchó palmas tras pasaportarlo de una estocada caída.

Sebastián Castella salió a por todas en el sexto. Tras un notable tercio de banderillas de José Chacón, el torero francés aprovechó la fijeza y clase del toro de Cuvillo para ligar una faena templada y firme por ambos pitones. El cénit del trasteo llegó en una tanda en redondo, que puso a la gente en pie. Tras una estocada, paseó el doble trofeo y salió a hombros junto a Ponce.

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FICHA DEL FESTEJO 

Mont de Marsan (Francia), sábado 21 de julio de 2018. 4ª de Feria. Lleno.

Toros de Núñez del Cuvillo, el cuarto como sobrero, de correcta presencia y desiguales hechuras. Conjunto bajo de raza y de escaso juego a excepción de los nobles primero y cuarto.

Enrique Ponce, dos orejas, saludos y palmas.

Sebastián Castella, saludos, silencio tras aviso y dos orejas tras aviso.