Los datos son escalofriantes, 480.000 jóvenes se emborrachan cada fin de semana en nuestro país. Muchos de ellos lo hacen sin control. El año pasado se registraron más de 6000 comas etílicos en menores de edad. Se ha convertido en el plan habitual, hacer botellón en un recinto en el que nada ni nadie te impide beber hasta altas horas de la madrugada sin control alguno. Muchos de estos jóvenes no alcanzan los 14 años de edad. La media se ha ido reduciendo con el paso del tiempo, ahora las instituciones quieren ponerle freno a una situación que parece incontrolable.

"Muchos de estos jóvenes lo hacen para no sentirse desplazados de los grupos"

El Parlamento acaba de dar el primer paso para aprobar la futura ley de consumo de alcohol en menores. Una propuesta que tiene como fin prohibir los botellones, macrobotellones y los botellódromos. Otra medida es la aplicación de un protocolo sanitario donde los padres de los menores que han sido ingresados por un coma etílico sean informados sobre lo que les ha pasado. También se quiere prohibir el acceso de los menores a la publicidad de bebidas alcohólicas en Internet. Por último, en relación a las sanciones, se estudia sustituir las sanciones económicas por acciones en beneficio a la comunidad. 

La edad media en el último informe ha pasado de 13,8 a 14 años: "Hay muchos menores de esa edad. A final del año pasado se murió una niña de 12 años con un coma etílico. El problema sigue estando ahí, es un problema de hábito vinculado al ocio" ha comentado Ignacio. Muchos de estos jóvenes lo hacen para no sentirse desplazados de los grupos. Por eso hay que empezar a trabajar con hechos y menos con palabras como explica Enrique: "Está muy bien eso de decir que los jóvenes no tienen que beber, pero el trecho es lo que tenemos que hacer para que eso no ocurra. Es un problema de todos, es un tema cultural, que está en la cultura del país".

ESCUCHA LA ENTREVISTA COMPLETA | Ignacio Calderón y Enrique Sanz en 'La Tarde' 

Ambos coinciden en que esta ley tiene que ser complementaria, y se tiene que trabajar en conjunto y desde la base: "Para mí, aparte de la ley, esta tiene que tener un complemento. La promoción de la educación en la escuela y en los padres. Desde la etapa infantil. Construir una personalidad sin valores" comenta Ignacio. Por su parte Enrique es partidario también de intervenir lo antes posible: "La ley es complementaria. Es un tema de educación. Yo creo que la prevención se debería hacer con edades muy tempranas, a partir de los 4 años. Educar en valores, trabajar las inteligencias emocionales. A partir de los 10-11 años hacemos intervención. La prevención se hace sin drogas".