El Instituto de Salud Pública del Ayuntamiento de Zaragoza trabaja desde hace unos días en muestreos y tratamientos en los ríos Ebro y Gállego para evitar la proliferación de mosca negra, cuya presencia ha aumentado por el escaso caudal y las altas temperaturas.

La baja cantidad de agua en los ríos ha favorecido un mayor crecimiento de macrófitos y algas, el "lugar ideal" para la puesta de la mosca negra.

“Esta mosca muerde y hace pequeñas heridas en las personas”

Aunque los estudios para conocer la presencia de mosca negra en Zaragoza comenzaron en 2008, con motivo de la Exposición Internacional, no fue hasta 2011 cuando se produjo un pico y se detectó que estos insectos llegaban tanto del Pirineo, a través del Gállego, como desde el Delta, por el Ebro.

También se han detectado casos en la Comunidad de Madrid. Centros de salud de la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz atendieron el pasado verano a casi 2.000 personas por la mordedura del insecto. Los municipios del este de Madrid, concretamente los que están cerca de los ríos Jarama y Henares están en alerta por la presencia de este insecto.

Eduardo Galante, presidente de la Asociación Española de Entomología, ha explicado en 'La Tarde' que “esta mosca se extiende cada vez más, hay que combatirla”.

“Esta mosca muerde y hace pequeñas heridas en las personas” ha añadido Eduardo Galante.

“Las hembras necesitan chupar sangre para tener proteínas y poder poner huevos, por ello se pueden desplazar hasta 50 kilómetros” ha concretado el presidente de la Asociación Española de Entomología.

“Las hembras necesitan chupar sangre para tener proteínas y poder poner huevos"

“Estas moscas pueden ver y distinguir colores y formas, por tanto es aconsejable ponerse ropa blanca porque huyen de ella. Debemos evitar los colores oscuros” ha asegurado Eduardo Galante.

“Es muy complicado distinguir una mosca negra de una mosca normal, sí es cierto que su tamaño es inferior” ha descrito el presidente de la Asociación Española de Entomología.