Hace una semana dos guardias civiles se convertían en héroes inesperados en La Coruña. Arriesgaron su vida para salvar a una niña y su abuela de un incendio en el edificio donde vivían. Se encontraban en el quinto piso, era de noche, y las llamas alertaron a los vecinos de que algo grave sucedía. El fuego devoraba poco a poco toda la vivienda, dentro del edifcio era imposible respirar. En una vivienda próxima, una mujer comenzó a gritar desesperadamente: "¡mi hija y mi madre están dentro!". Los bomberos no llegaban, y tuvieron que ser dos guardias civiles los que entraran sin protección a rescatarlas. Solo con el uniforme puesto, no lo dudaron en ningún momento. 

"Cogí a la niña en brazos, la puse contra mi, le dije mira para mi, estaba todo lleno de humo"

En 'La Tarde' hemos hablado con los dos grandes protagonistas de esta historia, los dos guardias civiles, Salvador Ponte y Fran Calabria: "Nos cogió cerca porque estábamos en nuestra demarcación. Vimos que un coche circulaba sin las luces, le seguimos, paramos el coche y vemos que circulaba bajo efectos del alcohol. Llamamos a la policía local, y cuando llegan, tienen un aviso de un incendio. Le dejamos la incidencia del vehículo con la persona a la policía local, y nosotros acompañamos a los otros compañeros a Fonteculler" comenta Fran.

Salva fue el primero en entrar junto a un policía local, pero este sufrió una brecha y tuvo que entrar Fran: "Llegamos los primeros, el edifico tenía la puerta abierta y el incendio era en la sexta planta. Subimos y ves cómo te aumenta la temperatura y la dificultad de respirar se agrava. Cuando llegamos arriba, ahí se encontraba una mujer con su nieta. Aquello empezó a complicarse, el techo crujió y un cascote se desprendió y le hizo una brecha al compañero de policía local" explica Salva

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Fran fue el encargado de coger a la niña en brazos y sacarla del edificio: "Cogí a la niña en brazos, la puse contra mí, le dije 'mira para mí', estaba todo lleno de humo, y se veían llamas, por eso la intentaba tranquilizar". Sin embargo, su compañero Salva, tuvo que sacar a la abuela, con serias dificultades, por la escasa movilidad de la señora. La sacaron por el rellano, y con la ayuda de un vecino: "Hizo un esfuerzo sobrehumano" comenta Fran. 

"Cuando llegamos a la calle era todo un caos, no habían llegado los bomberos, se había formado un cuello de botella, con todas las personas mayores, y había que introducir a todos en las ambulancias" ha finalizado Salva.