Por fortuna la historia acabó bien. Un chico de 21 años intentó suicidarse hace unos días en una zona acantilada de Gijón. Cuatro policías se han convertido en héroes inesperados, por salvar de forma heroica a este joven. Así lo contaba Iván Buelo, uno de los cuatro policías en 'La Tarde':

En un momento dado Carlos salta a por él cuando estaba prácticamente saltando al vacío"

“Estábamos de servicio, y recibimos la llamada de un familiar y amigo, nos lo cuentan diciendo que es muy posible que se suicide. Llegamos a la zona, ahí nos intercepta en la carretera un chico, y nos dice que él es el que ha llamado. Una vez que llegamos hicimos una requisa para ver si está, no lo localizamos, subimos por desgracia donde algunos los han hecho también, que es de mucha altura. Subimos y preguntamos a la gente, damos la descripción y nadie lo ha visto. Vamos con mucho cuidado, no vemos nada y bajamos a otra zona, y cuando estaos ahí abajo una señora nos da la voz, y el chico echa a correr, yo salgo a correr y Fernando detrás de él. Los otros dos compañeros salen con el vehículo. Y hay un momento que tengo que saltar y llego arriba fatigado. Los del coche salen detrás y llegan arriba...”

Los dos compañeros que iban en el vehículo que le perseguía eran Carlos de Antón y Alba , que en ese momento se encontraba haciendo prácticas. Ambos fueron los primeros en tener delante al chico y así explicaba Alba cómo fueron los momentos finales: "Mi compañero Carlos y yo llegamos arriba a la vez que él. Nos ve y hace intención de quitarse la ropa y hace que corre hacia el precipicio. Nosotros dos intentamos contactar con él y que nos mire. Él estaba obcecado en saltar. Hay un momento en el que hablamos, el chico se da la vuelta y aprovechamos que nos da la espalda y en un momento dado Carlos salta a por él cuando estaba prácticamente saltando al vacío".

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Una vez en el suelo, se le intenta calmar para que no reincida: "Cuando nos recuperamos, nos agarramos todos para no irnos para abajo. Le inmovilizamos con grilletes para que no intente hacer lo mismo, le quitas la ropa le das agua, intentamos calmarlo, y le haces ver que queda mucho por descubrir, y que esta no es la solución" explica Fernando, el otro alumno en prácticas que tan solo tiene 27 años.