Elisa, es una madre que tiene con cinco hijos y vive con la menor de ellos en una pequeña ciudad del norte de España, desde que murió su marido. El piso y todo el edificio eran propiedad de Elisa y de su marido. Por cuestiones personales, tres de los hermanos que no viven con Elisa, reclaman parte de la herencia que les ha dejado su padre intentando apropiarse del edificio de viviendas. Además, conseguir echar a su madre y a su hermana de su casa para después venderlo. Todo termina en los tribunales y la justicia da la razón a Elisa, que sigue viviendo en su casa de toda la vida. La madre, dolida, intenta desheredar a estos tres hijos que han querido echarla. Algo imposible, porque el Código Civil en España, dice que a los descendientes les corresponde dos tercios de la herencia. Si Elisa no quiere dejar esta parte legítima a sus hijos, tiene que justificarlo con supuestos contundentes, como por ejemplo el maltrato. Y las razones por las que Elisa ha querido desheredar a estos tres hermanos no tiene el suficiente peso, según la ley.Si Elisa viviera en el País Vasco, no tendría que dar ni una sola explicación para quitar la herencia a sus hijos. En Euskadi la nueva ley de Derecho Civil Vasco limita a solo un tercio del reparto y añade una novedad: se puede apartar del testamento a uno o más descendientes (hijos o nietos) sin tener que justificarlo. Es decir, que por ley, uno puede desheredar a sus hijos si quiere.Javier Oñate, notario en San Sebastián, ha asegurado en 'La Tarde' que “no depende del sitio donde vives, sino la ley que se aplique”. Ha definido que desde octubre de 2015 en el País Vasco, “la ley ha establecido una libertad de disposición muy superior a la que había con el sistema del Código Civil”.“Hay que distinguir entre extranjeros y españoles. A los de fuera se les va a aplicar la ley de donde residen, salvo que prefieran que se le aplique la legislación de su país”, ha aseverado Oñate.A su juicio, “con la crisis han aumentado las peticiones de desheredación por la deudas, han incrementado las renuncias a herencias”.Miguel Muñoz, abogado de Legálitas especialista en herencias, ha insistido que “con la crisis se ha disparado la repudiación de herencias por las deudas que pueden traer”, pues “si uno acepta una herencia acepta también las deudas y responde con su patrimonio”.Escucha a Javier Oñate, notario en San Sebastián y a Miguel Muñoz, abogado especialista en herencias