Recuperar la normalidad. Es lo que esperan Rebeca Carpi, Tomás Guasch y Dafne de estas elecciones en Cataluña. Una normalidad que hace tiempo que Rebeca ha perdido, desde que pidió que sus hijos pudieran recibir una educación trilingüe. "Hay padres del colegio de mis hijos que nos han dejado de hablar. En un momento dado nos sentimos muy oprimidos. Y algunos de los que nos oprimían ahora nos llaman agresores.”

" En un momento dado nos sentimos muy oprimidos. Y algunos de los que nos oprimían ahora nos llaman agresores.”

Para Tomás Guasch es una pena que se dificulte el aprendizaje del castellano en la escuela catalana. “El español es el segundo idioma del mundo y en muchos sitios el primero. Los niños deberían ser trilingües.” Le sorprende que algunos de los candidatos independentistas tengan dificultades para expresarse en castellano.

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Guasch critica también la dejadez de los gobiernos españoles con el nacionalismo catalán, lo que en parte ha llevado a esta situación. “Esto se ha visto como una ‘locura de catalanes’ y no ha tenido seguimiento por parte de los Gobiernos del PP y el PSOE.” 

Pero también hay espacio para la autocrítica. Para Rebeca “Nosotros mismos nos hemos abandonado un poco. Hasta cierto momento que hemos dicho ‘ya está bien’.”

“Hay heridas que va a costar mucho curar. Lo que se destroza en dos minutos cuesta años repararlo.”

Dafne, farmacéutica, piensa que no va a ser fácil olvidar lo que ha pasado en Cataluña en los últimos meses. “Hay heridas que va a costar mucho curar. Lo que se destroza en dos minutos cuesta años repararlo.” Pero espera que los resultados de hoy puedan ser el primer paso para que algo nuevo empiece en Cataluña. “O pensamos que algo va a cambiar y que realmente se va a resolver o acabaríamos por marcharnos.”