El paisaje en la Isla Decepción, a unos 31.000 kilómetros de España, emociona: “La imagen es espectacular, porque se combina el mar con el cielo y vemos leones marinos y pingüinos”. Así nos lo ha contado en 'La Tarde' el comandante Valentín Benítez, jefe de la campaña española en la Antártida.

Una belleza que no se ve frustrada por las complicadas condiciones climáticas en las que trabajan: “Estamos en el verano Austral. Tenemos unos 5 grados bajo cero, pero hay vientos bastante fuertes, por lo que la sensación térmica es de -15ºC”. 

“España es una potencia a nivel de investigación y para eso tenemos que estar presentes en la investigación polar”

En los últimos días, este contigente español en el Polo Sur ha saltado a los focos por una triste noticia: el fallecimiento del capitán de fragata Javier Montojo Salazar, que cayó al mar de forma accidental desde el buque 'Hespérides': “Fue un hombre que dio la vida por su país, por la ciencia, y lo que tenemos que hacer es completar la misión y cumplir su trabajo”.

Sin el trabajo de militares españoles como el capitán de fragata Montojo y el comandante Benítez, España no podría mantener el papel preponderante que tiene en el mundo de la investigación científica: “España es una potencia a nivel de investigación, alrededor del décimo puesto en el mundo y para eso tenemos que estar presentes en la investigación polar”.

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Uno de los científicos que desarrolla esa labor es Amos de Gil, investigador de la Universidad de Cádiz, que trabaja en un proyecto que estudia la actividad volcánica en esa Isla Decepción. Es uno de los muchos proyectos que se desarrollan en la zona: “Es un lugar ideal para estudiar la evolución del clima. Hay un grupo español de la Universidad de Alcalá de Henares, que estudia el permafrost, uno de los mejores indicadores para estudiar el cambio climático".

“Aquí podemos trabajar gracias a que los soldados nos lo dan todo resuelto"

Gil agradece el apoyo que les brindan cada día los miembros de las Fuerzas Armadas desplegados en la base Gabriel de Castilla: “Aquí podemos trabajar gracias a que todo nos lo dan resuelto. Si hay que trasladarse hay un experto en navegación. Han llegado a fabricar piezas. Aquí si se te olvida algo no puedes ir a la ferretería”.

Un esfuerzo que reconoce el comandante Benítez: “Les damos el apoyo para todo lo que necesitan. Darles de comer, asistencia sanitaria…somos un poco sus ángeles de la guarda. Hay un clima muy bueno de convivencia”. Una misión muy diferente a las que están acostumbrados los soldados españoles: “Esto no es una misión como Afganistán o Irak. Sabemos que convivimos con población y civil y normalmente se van con una mejor impresión de las Fuerzas Armadas”.