Feliciano López

Víctimas y familiares del accidente del tren Alvia han acudido esta tarde a la curva de A Grandeira, en Angrois, para recordar a las 80 personas fallecidas y a las más de 140 heridas que dejó el siniestro ferroviario ocurrido en la víspera del Día de Galicia hace cinco años.

Hasta allí han llegado en una marcha con la pancarta que ha encabezado los distintos actos que han desarrollado en la jornada de hoy, quinto aniversario, con la que exigen "verdad, justicia y responsabilidades políticas a PP, PSOE, Adif y Renfe".

Sobre una pequeña explanada remodelada y donde hace cinco años había varios vagones de tren destrozados y ardiendo, se han colocado unas sillas para celebrar un pequeño homenaje, en el que también han participado los vecinos de Angrois.

Fueron estos vecinos quienes primero auxiliaron a las víctimas y con quienes estas se sienten en deuda y consideran sus hermanos.

Bajo el hilo conductor de cinco canciones, dos compuestas para la ocasión, un portavoz ha ido dando paso a distintos testimonios de representantes de la plataforma de víctimas Alvia 04155 y de vecinos de Angrois.

De este modo, Martín Rozas, de la asociación de vecinos, ha lamentado que tras cinco años quede aún abierta "la cicatriz de la hipocresía y deslealtad de los gobernantes que pasaban la mano por encima del hombro y ofrecían teléfonos y puertas abiertas".

"La realidad es que hoy están cerradas (...) ni ven ni sienten ni compadecen", ha lamentado y ha animado a las víctimas, "un referente de honestidad", a que no dejen que las dividan y les ha transmitido la fuerza de los vecinos del barrio y del conjunto de la sociedad.

"Han pasado cinco años pero aún seguimos escuchando el silencio", había arrancado el acto unos minutos antes Ramón, que ha ejercido de conductor del acto, a escasos metros de las vías,

Dos fueron las representantes de las víctimas que quisieron compartir unas palabras, Esperanza Fernández y Gemma Bernardo, ambas intervenciones separadas por el sonido de una guitarra acústica y un cajón que acompañaban las sentidas interpretaciones de Imagine (John Lennon) y Eye in the sky (Alan Parsons Project).

Esperanza Fernández ha rememorado los cinco años pasados desde el accidente y ha rechazado eufemismos porque "por mucho que duela la realidad no se puede cambiar".

Ha recordado cómo en este tiempo una y otra vez, sobre todo el primer año, a ella, al igual que al resto de las víctimas, le asaltan "flashes" de momentos anteriores a subirse al tren, como los mensajes intercambiados con familiares y amigos en ese día.

"Lees mensajes que aún conservas y los sigues leyendo una y otra vez; y de repente lo más banal y aburrido de tu vida cobra sentido", ha asegurado en su relato, en el que también ha explicado que los momentos posteriores al accidente de aturdimiento, silencio, dolor... parecen un sueño pero "todo era real".

Ha condenado que los políticos "inventaron actos institucionales a su medida" y ha reivindicado la unidad de la plataforma de víctimas, una "fuerza" que los anima a seguir pidiendo "verdad, justicia y reparación" para dar a sus seres queridos que ya están lo que se merecen.

En un emocionado alegato final, dedicado a los vecinos, a quienes ha mostrado su agradecimiento infinito, ha concluido: "Como os digo a muchos, sobre todo a los que me conocéis, ojalá no os hubiera conocido".

También Gemma Bernardo ha agradecido la lucha y el esfuerzo de estos años que han servido para que se abra una comisión de investigación en el Congreso y para que la causa judicial sume ya siete personas investigadas y no únicamente el maquinista.

Ha acusado también a la presidenta del Congreso y exministra de Fomento Ana Pastor de "mentir" y de dejarlos "en manos de una comisión no independiente", en alusión a las críticas de la Agencia Europea del Ferrocarril a la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF).

Y también ha cargado contra Renfe, Adif e Ineco, "todo mentiras y ocultaciones", ha dicho.

"Estamos doblegando a todos aquello que quisieron vender que el único responsable era el maquinista para no dar cuentas de sus mentiras y negligencias", ha concluido.

Durante el acto estaba previsto que se desplegase un gran globo aerostático sobre las vías con la leyenda "Nunca os olvidaremos. Verdad y justicia, seguiremos luchando" pero el viento racheado ha impedido que pudiera ser inflado.

Sí han volado casi un centenar de globos de color rojo en forma de corazón, "uno por cada una de las víctimas mortales", y también las rosas blancas que han sido depositadas sobre el cruceiro que recuerda en la explanada a los fallecidos.

A las 20:31, diez minutos antes que hace cinco años, un tren Alvia pasó lentamente por la curva de A Grandeira mientras las víctimas y los familiares permanecían en absoluto silencio.